UNHCR - Office of the United Nations High Commissioner for Refugees

07/02/2024 | Press release | Distributed by Public on 07/02/2024 17:50

Mujeres con discapacidad visual encuentran esperanza en el este de Afganistán

En una pequeña aula improvisada de un pueblo de la provincia de Nangahar, al este de Afganistán, un grupo de jóvenes invidentes se reúne para recibir una clase de comunicación. Aisladas socialmente y a menudo maltratadas física y psicológicamente, las mujeres con discapacidad visual en Afganistán pasan la mayor parte de sus vidas a puerta cerrada, sin la oportunidad de ir a la escuela, aprender habilidades para la vida o formar una familia.

Pero en esta aula - y en otras similares creadas por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y su socio WADAN, la Asociación de Bienestar para el Desarrollo de Afganistán, en dos provincias vecinas - las mujeres se reúnen, socializan, escuchan las experiencias de las demás y aprenden nuevas habilidades que les ayudan a desenvolverse en el mundo y a prosperar en él, ganando confianza en sí mismas e independencia.

"Me he enfrentado a muchos retos por ser ciega", comenta Arezo, de 22 años, quien vive en la capital de la provincia, Jalalabad, y asiste al Programa de Apoyo a Mujeres con Discapacidad Visual de Samarkhel. "Mientras otras personas con vista podían ir a la escuela, a mí me dejaban atrás". Ahora, por fin, se está poniendo al corriente.

Arezo es una de las 90 alumnas con discapacidad visual que se inscribieron en el programa a finales de 2022 y desde entonces ha aprendido a leer en braille y a realizar operaciones matemáticas básicas, a utilizar un bastón guía para caminar con seguridad y a realizar tareas domésticas como cocinar y lavar, lo que les permite contribuir a la vida familiar. El éxito del programa hace que este mes se amplíe para llegar a otras 200 mujeres, con la esperanza de que la financiación adicional pueda hacerlo accesible a hombres, niñas y niños en el futuro.

Conocimientos prácticos y apoyo psicológico

Más allá de las habilidades prácticas para la vida diaria, el programa de formación también incluye asesoramiento psicosocial y sesiones sobre la violencia de género para preparar a las mujeres a desenvolverse en una sociedad en la que las mujeres con discapacidad visual se enfrentan con frecuencia al estigma y la hostilidad.

Algunas de las mujeres, como Arezo, también están aprendiendo técnicas de comunicación, con la esperanza de que esto les permita acceder a oportunidades laborales antes inalcanzables. Para Arezo, ha supuesto la inusual oportunidad de seguir aprendiendo y mejorar su capacidad de lectura y escritura. "Hemos aprendido técnicas esenciales para una interacción eficaz, como comunicarnos con los demás, transmitir información con precisión e incluso impartir seminarios impactantes", explica.