UNHCR - Office of the United Nations High Commissioner for Refugees

06/25/2024 | Press release | Distributed by Public on 06/25/2024 05:21

ACNUR pide apoyo para responder a las necesidades urgentes de los refugiados sudaneses en la frontera de Chad

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, solicita apoyo internacional urgente para abordar la crisis humanitaria en el este de Chad, que está alcanzando un nivel crítico. Con un número creciente de refugiados sudaneses en áreas fronterizas, una situación sanitaria cada vez más preocupante, el aumento de incidentes de seguridad y la inminente temporada de lluvias, se necesita actuar de inmediato.

Desde abril de 2023, el conflicto en Sudán ha obligado a huir a Chad a más de 600.000 refugiados y 180.000 retornados chadianos, la inmensa mayoría mujeres y niños, con más de 115.000 llegadas solo desde el comienzo de 2024. Esta afluencia no muestra signos de disminuir, con un promedio de 630 personas cruzando la frontera de Adre cada día durante el último mes. Huyen para poner sus vidas a salvo de una guerra devastadora, que está provocando condiciones de similares a la hambruna en Sudán.

ACNUR y sus socios han ampliado los asentamientos de refugiados existentes y han establecido seis nuevos, además de construir dos aldeas para los repatriados chadianos. Todos estos sitios están equipados con servicios e infraestructura esenciales, como alojamientos familiares, clínicas móviles, puntos de agua, saneamiento y espacios de educación temporales conocidos como aulas provisionales. Sin embargo, estos esfuerzos son insuficientes para cubrir las abrumadoras necesidades.

Igual de urgente es la situación actual de un tercio de las personas recién llegadas, que permanecen en condiciones precarias en asentamientos espontáneos a lo largo de la frontera, y la ciudad de Adre, que contaba con 40.000 habitantes y acoge ahora a una población seis veces mayor.

Las condiciones de hacinamiento y falta de higiene en Adre han provocado una grave crisis sanitaria, con más de 1200 casos de hepatitis E reportados, y tres víctimas mortales. La próxima temporada de lluvias, prevista entre junio y septiembre, amenaza con empeorar esta crisis, pudiendo dar lugar a brotes de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, y dificultando el acceso humanitario.

La seguridad también es motivo de preocupación, con un aumento de incidentes como saqueos, vandalismo en instalaciones humanitarias y tráfico de drogas y alcohol. Recientemente, una niña refugiada fue asesinada por una bala perdida. Una serie de incendios provocados por miembros descontentos de la comunidad anfitriona destruyeron 235 alojamientos familiares en lugares que albergaban a retornados migrantes chadianos, desplazando a 1500 familias de regreso a Adre.

La compleja emergencia en Chad se está agravando debido a la intensificación de los combates en la región sudanesa de Darfur. A pesar de los incansables esfuerzos de las agencias de la ONU y sus socios para apoyar la respuesta de emergencia del Gobierno, la situación se está deteriorando rápidamente.

La posibilidad de más desplazamientos sigue siendo alta, ya que los enfrentamientos continúan en la ciudad de El Fasher y localidades de los alrededores, en el norte de Darfur. También hay informes de saqueos generalizados y quema de aldeas, así como de una inminente hambruna en Sudán, que se espera que empuje a más personas refugiadas hacia Chad. Una reciente misión conjunta de monitoreo realizada por un socio gubernamental y ACNUR en el punto de entrada fronterizo de Tine, en Wadi Fira, confirmó 300 nuevas llegadas en las últimas semanas, con refugiados que relataron angustiosos viajes de hasta 15 días para evitar a las milicias en Sudán. ACNUR reitera su llamamiento a todas las partes para que permitan que los civiles que deseen desplazarse dentro y fuera de El Fasher hacia áreas más seguras puedan hacerlo.

En este contexto, el Gobierno de Chad ha solicitado con urgencia a ACNUR y sus socios que aceleren la reubicación de los recién llegados lejos de las áreas fronterizas, especialmente de Adre. ACNUR ha respondido abriendo un nuevo campamento para albergar hasta 50.000 personas, pero se necesita más.

El llamamiento de ACNUR para la respuesta en el este de Chad en 2024 está infrafinanciado, con solo un 10 por ciento recibido hasta ahora de los 214,8 millones de dólares (USD) solicitados. El tiempo apremia. Para cubrir las necesidades inmediatas, ACNUR requiere con urgencia 80 millones de dólares con los que construir tres campos adicionales con servicios esenciales e infraestructura, con el fin de reubicar a otras 150.000 personas refugiadas que se espera que lleguen, alejándolas de las condiciones de hacinamiento y falta de higiene, y proporcionándoles asistencia vital que incluye albergue, alimentos, agua potable y acceso a salud y educación.

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