Aprovechar el potencial de las personas de edad mediante programas apoyados por el UNFPA en Maldivas y Serbia

MALÉ, Maldivas / KRAGUJEVAC, Serbia - La población mundial envejece. Según datos de las Naciones Unidas, la esperanza de vida está repuntando tras la pandemia de COVID-19 y, en 2080, el tamaño de la población mayor de 65 años eclipsará al de los menores de 18 años.

La población de algunos países está envejeciendo más rápidamente que la de otros, un proceso que ha desatado el pánico entre los responsables políticos, preocupados por la posibilidad de que «demasiadas» personas de edad sobrecarguen los sistemas de salud y pensiones, reduzcan la productividad económica y lleven a los países al declive.

Estas preocupaciones no reflejan la realidad. Los estudios demuestran que los países con un mayor número de personas de edad avanzada pueden ser potencias económicas; en Japón, la cuarta economía mundial, los mayores de 65 años representan casi el 14% de la población activa. Y en todas las sociedades, las personas mayores desempeñan un papel crucial como guardianes de los conocimientos ancestrales, cuidadores y líderes comunitarios.

Los países pueden ganar mucho si aprovechan el potencial de las personas de edad. Pero para ello es necesario satisfacer primero sus derechos y sus necesidades, entre ellas la de reforzar los servicios sanitarios, asistenciales y educativos a medida que envejecen. A continuación, detallamos cómo dos países, Maldivas y Serbia, se han asociado con el UNFPA, el organismo de las Naciones Unidas encargado de la salud sexual y reproductiva, para apoyar a las mujeres y los hombres de edad.

Envejecimiento activo en Maldivas

Personas de edad participan en una sesión sobre cocina y nutrición en Naadhee, un centro para personas mayores en Malé. © UNFPA Maldivas

El envejecimiento de la población de Maldivas, cuyo tamaño se espera que se duplique con creces en los próximos treinta años, se ha beneficiado de décadas de desarrollo económico y avances en la atención sanitaria. La poliomielitis, el sarampión y la sífilis, que antes eran importantes causas de mortalidad, han quedado relegadas al pasado.

La longevidad ha traído consigo sus propios retos, ya que las personas de edad se enfrentan cada vez más a enfermedades no transmisibles como la hipertensión, las cardiopatías y el cáncer. Pero un estilo de vida saludable puede ayudar mucho a los adultos mayores a evitar estos problemas.

En julio de 2024, el UNFPA puso en marcha un nuevo programa llamado Hattah («Para el cuerpo» en español), que ofrece a los adultos de 55 años o más la oportunidad de recibir clases sobre nutrición, actividad física y bienestar general en Naadhee, un centro para personas mayores en Malé. Recientemente, en una de las sesiones, los participantes aprendieron los beneficios de cocinar con hierbas y especias como hojas de moringa y cúrcuma para favorecer la salud digestiva y mejorar su dieta.

Este programa también ofrece sesiones destinadas a enseñar a las personas de edad cómo afecta el envejecimiento a sus cuerpos, empoderándolas para tomar decisiones informadas sobre su salud y para aceptar el envejecimiento con dignidad.

«Hoy he aprendido conocimientos muy valiosos, sobre todo para mejorar mi salud», afirmó Saeedha Mohamed. «Me siento empoderada con nuevas formas de cuidarme mejor».

Nunca se es demasiado mayor en Serbia

Draginja Antic, visitante habitual del Rincón para un Envejecimiento de Calidad en Kragujevac (Serbia), sostiene ejemplos de sus creaciones hechas a mano. © UNFPA Serbia / Vladimir Živojinović

En Serbia, según el UNFPA, más de la mitad de las personas de edad afirman sentirse discriminadas y dos tercios dicen sentirse solas. Teniendo en cuenta que, según las previsiones, en 2041 los hombres y mujeres mayores representarán una de cada cuatro personas en el país, abordar estos problemas es vital para garantizar la salud, el bienestar y la inclusión social de un grupo de la población serbia en rápido crecimiento.

Sin embargo, en el Rincón para un Envejecimiento de Calidad de Kragujevac, en Serbia Central, las personas de edad son el alma de la vida social de la comunidad. Fundado en 2012 por la Cruz Roja, el Rincón lleva a cabo innumerables programas, desde talleres de literatura hasta actuaciones musicales. Los médicos también visitan el centro para ofrecer servicios sanitarios y asesorar a las personas de edad sobre cuestiones como la nutrición adecuada a su edad.

«Me gusta venir al Rincón porque puedo conocer y aprender cosas nuevas, ver personas a las que quiero y conocer gente nueva», comentó Draginja Antic al UNFPA. «Nunca se es demasiado mayor para hacer nuevos amigos, ¿verdad?».

En las fiestas importantes, los miembros organizan «Cestas de bondad» para distribuirlas entre familias y personas vulnerables, y en otoño e invierno tejen y donan calcetines, bufandas, gorros y guantes. Durante los confinamientos mundiales de 2020, los miembros del Rincón también iniciaron el programa «Hola, ¿cómo estás?», en el que se pusieron en contacto con otras personas de edad para ver cómo estaban y charlar.

«[Envejecer con salud] significa no renunciar a nada: viajar, amar, trabajar, soñar», declaró al UNFPA Milka Ignjatović, Presidenta del Rincón.

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