UNICEF - Comité Español

08/24/2024 | Press release | Distributed by Public on 08/24/2024 13:18

Siete años después del desplazamiento forzoso de los rohingya, los niños siguen sufriendo ataques en el estado de Rakhine Un creciente número de personas buscan refugio y[...]

Siete años después del desplazamiento forzoso en masa de los rohingya de Myanmar, los niños y niñas siguen sufriendo ataques mortales en el estado de Rakhine

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NUEVA YORK/KATMANDÚ/BANGKOK, 24 de agosto de 2024 - Siete años después de que cientos de miles de rohingya huyeran de la violencia y la persecución en Myanmar, el conflicto continúa agravándose en el estado de Rakhine, en la costa occidental del país, donde se ha producido un aumento de víctimas y desplazados en el municipio de Maungdaw. Un creciente número de personas buscan refugio y protección en Bangladesh.

UNICEF ha recibido informaciones alarmantes sobre cómo los civiles, en particular los niños y las familias, están sufriendo ataques o han quedado atrapados en el fuego cruzado, causando muertos y heridos graves. La labor humanitaria en Rakhine se ha vuelto extremadamente difícil. Los servicios esenciales, como el acceso al agua potable y la atención sanitaria, están en peligro, una circunstancia agravada desde enero por los cortes en la electricidad, las telecomunicaciones e Internet. La situación está afectando tanto a las actividades civiles como a las operaciones humanitarias.

"Siete años después de que una mortífera ola de violencia obligara a miles de familias a abandonar sus hogares en busca de seguridad, los hechos nos recuerdan las continuas amenazas que pesan sobre los niños y niñas en Myanmar", ha declarado Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF. "En Rakhine y en todo el país, los niños, las niñas y las familias siguen pagando el precio del conflicto con sus vidas, sus medios de subsistencia y su futuro. Las partes en conflicto deben cumplir con su obligación de proteger a la infancia".

El 5 de agosto de 2024, bombardeos de artillería y ataques con drones causaron la muerte de unas 180 personas, entre ellas un número considerable de mujeres, niños y niñas, cuando intentaban huir de las hostilidades cerca de la orilla del río Naf, que delimita la frontera entre el sudeste de Bangladesh y el noroeste de Myanmar. Ese mismo día, unas 20.000 personas tuvieron que desplazarse a la fuerza de tres barrios del centro de Maungdaw.

Los días 6 y 19 de agosto se hundieron en el río Naf varias embarcaciones que transportaban a decenas de personas, muchas de ella mujeres y niños.
Desde el 13 de noviembre de 2023, la escalada del conflicto ha desplazado a unas 327.000 personas en el estado de Rakhine y en el municipio de Paletwa, en Chin. Esto eleva el total actual estimado de desplazados internos en el estado de Rakhine a más de medio millón de personas.

En todo Myanmar, la crisis humanitaria que se intensificó en febrero de 2021 sigue deteriorándose rápidamente, y los niños y niñas son los más duramente afectados por la incesante violencia, que deriva en graves violaciones de sus derechos, desplazamientos en masa y el colapso de los sistemas de salud y educación. La escalada de ataques y enfrentamientos ha provocado el desplazamiento de unos 3,3 millones de personas, de las cuales casi el 40% son niños y niñas. Se estima que este año 18,6 millones de personas - una cantidad sin precedentes, casi un tercio de la población del país-, incluidos 6 millones de niños y niñas, necesitarán ayuda humanitaria.

La población rohingya que huyó de los ataques y la violencia en 2017 se sumó a los refugiados que ya se encontraban en Bangladesh procedentes de anteriores oleadas de desplazamientos. Juntos, suman casi un millón de desplazados. Siete años después, cerca de medio millón de niños y niñas rohingya crecen en el mayor campamento de refugiados del mundo, y muchos de ellos nacieron allí. La comunidad de refugiados depende por completo de la ayuda humanitaria y vive en refugios temporales en campamentos masificados. En colaboración con el Gobierno provisional de Bangladesh y sus aliados, UNICEF les proporciona agua y saneamiento, ha establecido centros de tratamiento para la diarrea y facilita el acceso a servicios de salud y nutrición para niños y mujeres embarazadas, así como a una educación de calidad. UNICEF también ayuda a los niños afectados por la violencia, el abuso y el abandono, proporcionándoles servicios de protección y respuesta.

"El apoyo continuado de Bangladesh a la población refugiada -especialmente a los niños y niñas- es encomiable y fundamental", ha afirmado Russell. "En los últimos 12 meses ha crecido nuestra preocupación por la situación de los campamentos en materia de seguridad y las violaciones de los derechos de la infancia. Estamos dispuestos a apoyar al nuevo Gobierno provisional de Bangladesh para garantizar que estos niños y niñas estén protegidos y tengan acceso a servicios esenciales".

UNICEF hace un llamamiento a todas las partes en conflicto con el fin de que cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y las normas internacionales de derechos humanos para proteger a los civiles, especialmente a los niños y niñas, y garantizar su seguridad y bienestar. UNICEF también hace un llamamiento para que todos los actores humanitarios tengan un acceso seguro y sin obstáculos que les permita prestar ayuda humanitaria.

Para colaborar con el trabajo de UNICEF para ayudar a los niños y niñas refugiados:https://www.unicef.es/colabora/unidos-por/unidos-por-refugiados

Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.

Para más información:
Ana Muñoz
UNICEF España, Tel: 609 16 00 51
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