12/10/2024 | Press release | Distributed by Public on 12/10/2024 04:12
¿No te ha pasado que hay procesos que se han llevado a cabo de la misma manera durante años y nadie los cuestiona? Si surge alguna duda, preguntamos a alguien con más experiencia: «¿Cómo se carga esa factura?» Y nos responden con 20 pasos que hay que seguir tal cual. Parece que nadie lo cuestiona, incluso si esa persona ya no está en la empresa, el proceso sigue igual.
Nos dan luz verde para decidir qué mejoras deseamos implementar y en qué áreas la IA nos puede ayudar. Surgen ideas como querer que la IA acelere ciertas tareas, elimine actividades manuales o verifique datos que consumen mucho tiempo. Todo parece prometedor hasta que el experto en IA nos pregunta: ¿eso que mencionas está documentado? Es en este punto donde muchos enfrentamos un desafío, ya que no todo está documentado, o si lo está, no siempre sabemos si está actualizado. A menudo, seguimos procedimientos basados en el conocimiento tácito: «así se ha hecho siempre».
Esto realmente no había sido un problema porque las cosas funcionaban y los resultados llegaban, pero ahora, con la llegada de la IA, se vuelve crucial. La IA no viene a sustituirnos, pero para que pueda ayudarnos en efecto, necesita entender exactamente qué tiene que hacer. Esto requiere una explicación clara y bien documentada de los procesos.
Tener una visión clara y detallada del proceso actual permite detectar ineficiencias y áreas de mejora, optimizando significativamente el flujo de trabajo. Documentar y revisar nuestros procesos puede llevar a una reingeniería, identificando pasos innecesarios o simplificándolos. Esta documentación no solo es esencial para la IA, sino que en sí misma aporta un valor significativo. Permite asegurar que todos los procedimientos están actualizados, proporciona claridad a todos los involucrados y facilita la adaptación y mejora continua de los procesos. Podemos entonces entender la aplicación de la IA en 3 pasos.
Para aplicar la IA de manera efectiva, primero debemos volver a lo esencial, o como se dice en inglés: «Back to the basics». Revisar y documentar nuestros procesos es esencial para que la IA pueda procesarlos correctamente. Este ejercicio no solo ayuda a identificar pasos desactualizados y obsoletos, sino que también optimiza el tiempo y los recursos.
Volviendo al ejemplo del envío de facturas, primero revisamos y documentamos todo el proceso actual. Al hacerlo, descubrimos pasos innecesarios y simplificamos el flujo. Luego, automatizamos las tareas repetitivas y, finalmente, implementamos soluciones de IA que no solo gestionan el envío y cobro de facturas, sino que también mejoran la toma de decisiones y optimizan las operaciones futuras. Así, logramos un sistema más eficiente y efectivo, beneficiando tanto a la empresa como a sus clientes.
Volver a lo esencial y revisar nuestros procesos es un gran primer paso. Si además documentamos todo, no solo ayudaremos a la IA, sino también a nuestros compañeros y a todos los que participen en los procesos. Esto garantizará que todo esté claro y se pueda actualizar fácilmente. Con procesos bien documentados y actualizados, aplicar la IA será más sencillo, permitiendo a los expertos en IA hacer su magia y a nosotros, como expertos en nuestros procesos, liderar y acompañar el cambio con ella.