11/05/2024 | Press release | Archived content
Tras un año de considerables avances en relación con la energía nucleoeléctrica, el impulso internacional para ayudar a afrontar los desafíos climáticos y energéticos más acuciantes del mundo con esta tecnología limpia y fiable ha pasado del 28º período de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), que tuvo lugar en Dubái, a la COP29 por celebrarse en Bakú, donde Azerbaiyán acogerá la cumbre mundial anual sobre el clima.
La COP28 fue un evento histórico para la energía nuclear. Después de pasar casi tres decenios al margen de esa conferencia anual, el año pasado, en Dubái, la energía nuclear finalmente recibió reconocimiento. El mensaje de la COP28 fue claro: es preciso que la ampliación de la energía nucleoeléctrica sea un elemento fundamental de los esfuerzos mundiales por lograr emisiones netas cero.
Ese impulso siguió cobrando fuerza en la primera edición de la Cumbre sobre Energía Nuclear, que fue organizada por el OIEA y el Gobierno de Bélgica y se llevó a cabo en Bruselas en marzo de 2024. Líderes de más de 30 países y de la Unión Europea destacaron la importancia de la energía nuclear para la seguridad energética, los objetivos climáticos y el desarrollo sostenible.
La COP29 ofrece a la energía nuclear otra oportunidad de ser centro de atención a medida que los países trazan caminos para que esta alcance su potencial. Mientras los líderes se reúnen en Bakú, esta edición del Boletín del OIEA pone de relieve el papel cada vez más prominente de la energía nucleoeléctrica en la transición hacia una energía limpia.