Wang Yi Expone Opinión de China sobre Situación Caótica Actual en Oriente Medio

El 13 de diciembre de 2024, el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, y el ministro de Relaciones Exteriores, Emigración y Expatriados Egipcios de Egipto, Badr Abdelatty, se reunieron conjuntamente con la prensa y respondieron a sus preguntas.

En respuesta a una pregunta sobre la opinión de China respecto a los frecuentes conflictos en el Oriente Medio, Wang Yi dijo que, desde el estallido del conflicto en Gaza, el Oriente Medio ha sido testigo de una oleada de violencia tras otra. Tras la sucesiva escalada de tensiones entre Palestina e Israel, entre el Líbano e Israel, entre Irán e Israel y en el mar Rojo, la situación en Siria ha experimentado un cambio drástico recientemente. Las incesantes turbulencias y los frecuentes conflictos en el Oriente Medio han afectado gravemente a la paz y la seguridad internacionales. ¿Hacia dónde se dirigirá el Oriente Medio en el futuro? Este es, ante todo, un interrogante al que todos los países del Oriente Medio deben responder. También es necesario que la comunidad internacional reflexione seriamente y saque lecciones de esto. Frente a la situación caótica actual en el Oriente Medio, China cree que:

La prioridad actual es alcanzar un alto el fuego y poner fin a la violencia de inmediato y aliviar la crisis humanitaria. Hay que cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), detener las acciones que estimulan la escalada de tensiones regionales y evitar poner nuevos obstáculos al logro de un alto el fuego. Las cuestiones humanitarias no pueden seguir politizándose, y las vidas de los civiles no pueden convertirse en moneda de cambio en las negociaciones. La comunidad internacional necesita cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario, ayudar a la región a mejorar la situación humanitaria, aliviar el sufrimiento de los pueblos del Oriente Medio y, especialmente, prevenir otra ola de refugiados en Siria.

La salida fundamental radica en adherirse a la solución política y reanudar el diálogo y la negociación. La violencia no puede traer seguridad, y la fuerza no puede generar paz. Al Consejo de Seguridad de la ONU le incumbe asumir con seriedad la responsabilidad de mantener la paz y la estabilidad en el Oriente Medio, y todos los miembros del Consejo de Seguridad deberían hacer contribuciones positivas en este sentido, en lugar de perturbar la situación y crear más problemas. Hace falta poner por encima de todo el bienestar de los pueblos de la región y la seguridad y la estabilidad regionales. Es menester proseguir los esfuerzos de diálogo y consulta, mantener el impulso de la reconciliación regional impulsado por el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán, persistir en solventar las discrepancias mediante la inclusión y en mejorar la confianza mutua a través de la cooperación, y construir una nueva arquitectura de seguridad sostenible en el Oriente Medio sobre la base de un consenso para atender las preocupaciones de cada uno. Se necesita prevenir que la cuestión de Palestina vuelva a quedar marginada, y evitar la fragmentación de la situación interna en Siria.

El principio básico es apegarse a la autodeterminación del destino y evitar la injerencia externa. El Oriente Medio pertenece a los pueblos del Oriente Medio, y el futuro y el destino de los países del Oriente Medio deberían haber estado desde hace tiempo en manos de los pueblos locales. Sin embargo, lamentablemente, el Oriente Medio ha sido durante mucho tiempo víctima de la rivalidad entre grandes países, e incluso se ha convertido en presa de conflictos geopolíticos. Esta injusticia histórica no debería continuar. La comunidad internacional necesita respetar seriamente la soberanía y la integridad territorial de los países de la región, proceder realmente según lo justo y lo erróneo de los propios asuntos y la equidad y la justicia internacionales y, en vez de sustituirlos, ayudar a los países de la región a encontrar soluciones a las contradicciones y los conflictos. No se puede seguir avivando las llamas, ni mucho menos se debería sacar provecho del caos.

Wang Yi subrayó que la estabilidad es la premisa del desarrollo, y que el desarrollo es la fuerza motriz de la estabilidad. Se espera con interés que todos los países del Oriente Medio dejen al lado sus rencillas del pasado, resuelvan sus rencores, se unan verdaderamente como hermanos y hermanas, den prioridad a la paz y el desarrollo generales del Oriente Medio, y salvaguarden y construyan adecuada y conjuntamente el Oriente Medio, que es su propio hogar. En este proceso, China, como amigo sincero de todos los países del Oriente Medio, seguirá siendo un defensor de la paz y la estabilidad en el Oriente Medio, un promotor del desarrollo y la prosperidad, y un partidario de la unidad y la independencia, y se convertirá en un socio de cooperación en el que todos los países del Oriente Medio puedan confiar a largo plazo.