ACNUR apoya las personas afectadas por incendios forestales en Bolivia

ACNUR, la Agencia de la ONU para Refugiados, está apoyando a las comunidades afectadas por los recientes incendios forestales en Bolivia. El avance del fuego ha perjudicado gravemente al departamento de Santa Cruz y especialmente a los municipios de la región de la Chiquitanía. Entre las víctimas más afectadas se encuentran 14 familias de personas refugiadas y migrantes - unos 45 individuos en total - que han perdido sus medios de vida.

El apoyo de ACNUR se dio en el marco de una respuesta del Sistema de Naciones Unidas en Bolivia. Un equipo interagencial se trasladó el 10 de octubre al municipio de San Matías, ubicado a 800 kilómetros de Santa Cruz de la Sierra, cerca de la frontera con Brasil, para distribuir insumos. Las necesidades más urgentes incluyen medicamentos, material de higiene, agua potable y alimentos.

Como parte de su contribución, ACNUR viabilizó 1.000 litros de agua y 500 kits individuales de higiene, mientras que UNICEF proporcionó 278 kits de higiene familiar, así como purificadores de agua y mochilas escolares. La Organización Internacional para las Migraciones, por su parte, distribuyó 50 kits de higiene familiar y 50 kits familiares de alimentos. Con estas acciones se benefició a 634 familias de ocho comunidades rurales.

Karmen Sakhr, Representante de la Oficina Regional de ACNUR para el Cono Sur, subrayó: "En momentos de crisis como este, somos testigos de la extraordinaria resiliencia de las comunidades afectadas. Estamos firmemente comprometidos en proporcionar apoyo inmediato a quienes más lo necesitan, para que puedan hacer frente a esta emergencia".

Además de los ítems de primera necesidad donados a las comunidades afectadas, ACNUR les brinda apoyo humanitario y monitoreo de protección, además de asistencia a través de transferencias monetarias para ayudar a mitigar los efectos de la crisis, incluidos los daños a la salud provocados por la mala calidad del aire.

En las últimas semanas, los incendios se han extendido hacia los departamentos de Beni, La Paz y Pando. Esta situación llevó al gobierno a emitir una Declaratoria Nacional de Emergencia y a establecer, el 30 de septiembre, el Estado de Desastre Nacional. Según la Fundación Tierra, más de 10 millones de hectáreas han sido devastadas, un récord histórico de destrucción en el país.

Esta misión humanitaria es parte de un esfuerzo continuo para apoyar a las comunidades más vulnerables, ofreciendo asistencia y estableciendo las bases para una recuperación sostenible ante una crisis ambiental sin precedentes.