IDB - Inter-American Development Bank

09/04/2024 | News release | Distributed by Public on 09/04/2024 11:31

La desigualdad étnico-raciales en América Latina y el Caribe: un obstáculo para el desarrollo sostenible


La desigualdad en LAC sigue siendo un gran desafío para su desarrollo sostenible. Aunque el estrato socioeconómico es uno de los factores estructurales más importantes, la condición étnico-racial también desempeña un papel crucial en las desigualdades persistentes en la región (CEPAL y UNFPA, 2021).

En América Latina, 133 millones de personas se identifican como afrodescendientes. Uno de cada cuatro latinoamericanos se autoidentifica como afrodescendiente (GDI 2024). La CEPAL y UNFPA (2021) revelan que la incidencia de la pobreza y la pobreza extrema es significativamente mayor entre la población afrodescendiente.

Desafíos urbanos

La población afrodescendiente en América Latina se concentra en áreas urbanas, representando casi un 82% del total, ligeramente por encima del promedio regional del 80% (CEPAL-UNFPA 2021). Aunque muchos afrodescendientes residen en ciudades con condiciones macroeconómicas favorables, como: Caracas, Lima, Montevideo o Río de Janeiro, no necesariamente se benefician de estas condiciones. Con frecuencia, son relegados a barrios con acceso limitado a servicios y empleos, y enfrentan mayores niveles de contaminación, criminalidad, violencia y desastres naturales (Banco Mundial 2018).

En países como Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Uruguay, los afrodescendientes tienen aproximadamente el doble de probabilidades de vivir en barrios marginales en comparación con los no afrodescendientes. Esta segregación urbana puede ser aún más pronunciada a nivel subnacional; por ejemplo, la proporción de la población urbana de Pará que vive en barrios marginales es tres veces mayor que la de Santa Catarina. En estos barrios, los afrodescendientes no solo tienen un acceso más limitado a servicios básicos y viviendas adecuadas, sino que también están más expuestos a la violencia y el crimen (Banco Mundial 2018). La población afrodescendiente reporta un 10% más de discriminación en comparación con la población no afrodescendiente (BID GDI 2023).

En el ámbito laboral, las mujeres y los jóvenes afrodescendientes son los más afectados por la desigualdad. La brecha en el empleo formal entre afrodescendientes y no afrodescendientes se mantiene en aproximadamente 10 puntos porcentuales, siendo las mujeres afrodescendientes quienes enfrentan las menores oportunidades de empleo formal (BID 2022). Solo el 64% de los afrolatinos completa el nivel primario, en comparación con el 80% de los no afrodescendientes, y la probabilidad de finalizar la educación secundaria es aún menor (Banco Mundial 2018).

Iniciativas para acortar brechas y avanzar hacia la equidad

Desde la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Relacionadas de Intolerancia, celebrada por las Naciones Unidas en 2001, la población afrodescendiente ha buscado reconocimiento legal. Las constituciones de Ecuador, Bolivia y México han otorgado a los afrodescendientes el estatus de "pueblos". Países como Costa Rica, Colombia y Chile reconocen a los afrodescendientes como pueblos tribales (Cambridge 2022). Además, varios países de la región han establecido un reconocimiento legal explícito a través de leyes o decretos, como Ecuador y Perú (2005), Panamá (2007), Uruguay (2013), Honduras (2016), Nicaragua y Colombia (2011), Chile (2019), y Costa Rica y Paraguay (2021) (CEPAL, 2021).

En este esfuerzo, según la Clínica de Población Afro del BID-GDI (2024) se han implementado políticas públicas que contribuyen a cerrar las brechas raciales, incluyendo políticas compensatorias (cuotas, acción afirmativa), políticas universales (ingresos, educación) y programas para reducir sesgos (modelos de conducta). Reconociendo que las políticas públicas, en su mayoría, aún no logran incluir de manera integral las particularidades culturales de las poblaciones étnico-raciales (PNUD, 2020).

El Grupo BID ha apoyado diversas iniciativas en la región para reducir las brechas étnico-raciales a través de financiamiento y asesoría técnica. En Panamá, se implementó el proyecto "Formación de Emprendedoras Afrodescendientes en Industrias Creativas y Culturales (ICC) en Portobelo", en el marco de la operación de Apoyo para la Conservación y Gestión del Patrimonio Cultural y Natural de Panamá. Aproximadamente, 1.3 millón de panameñas y panameños se identifican como afrodescendientes, la mayoría de los cuales reside en las áreas urbanas de las provincias de Panamá y Colón. La ciudad de Portobelo en la provincia de Colón y su población mayoritariamente afrocaribeña ha logrado mantener viva la herencia afrocolonial (UNESCO 2008) a través de la Cultura Congo y sus expresiones artísticas, reconocidas por la UNESCO como Patrimonio Cultural Intangible en 2018. Por su ubicación estratégica y conexión con el Caribe, Portobelo fue históricamente un importante centro de comercio y exportación. Sin embargo, la desaceleración de su desarrollo y la falta de oportunidades económicas sigue siendo un desafío especialmente para las mujeres, donde el 20% enfrenta el desempleo y el 25% trabaja de manera esporádica o en la economía informal (INEC, 2023).

Uno de los objetivos del proyecto fue fortalecer la cohesión social, la identidad cultural local y la equidad de género mediante la intensificación de las actividades comunitarias locales buscando oportunidades de ingreso mediante la puesta en valor de la riqueza patrimonial de Portobelo. Las mujeres participaron en la identificación de sus necesidades y oportunidades, adquirieron herramientas psicoemocionales para superar obstáculos a partir de su experiencia personal y colectiva, y obtuvieron conocimientos para mejorar sus productos y su comercialización, incluyendo el uso de tecnología.

"Ahora soy consciente del valor de mi trabajo. Antes, no sabía cuánto costaban mis productos ni cómo presupuestar mis finanzas. Gracias a este programa, ahora puedo tomar mejores decisiones para mi negocio cultural."Participante del proyecto 2023.

Talleres de fortalecimiento y aprendizaje en Portobelo BID 2023.

La iniciativa fortaleció las organizaciones comunitarias de mujeres afropanameñas, potenciando sus capacidades en las ICC. Al concluir el proceso, se implementó el primer Mercado de Industrias Creativas y Culturales en Portobelo (MICC-Portobelo). Logrando la participación de actores públicos, privados, y de la sociedad civil organizada, incentivando las tradiciones y prácticas históricas de la comunidad a través de alianzas que potencian el valor material e inmaterial de Portobelo.

Metodología del Proyecto

La metodología permitió la inclusión de las mujeres de las localidades urbanas desde el abordaje de las vulnerabilidades socioculturales específicas de las poblaciones afrodescendientes.

"Algunas participantes se sorprendieron de la cantidad de elementos que componen la diversidad cultural y del gran número de emprendimientos que existe en el distrito. Resaltaron la importancia de la creatividad, la innovación y el espíritu emprendedor en las industrias creativas." Representante del Centro de la Mujer Panameña 2003.

Es fundamental reconocer que existen inequidades estructurales, tratos desiguales y una baja capacidad institucional. Abordar los aspectos de inclusión y equidad va más allá de lo técnico, tocando lo personal y desafiando el inconsciente aprendido en nuestras actitudes, lenguaje y preconcepciones sociales y culturales. Promover la inclusión y la equidad requiere cambios de comportamiento y procesos integrales de desarrollo, así como contar con datos de calidad que aseguren que "nadie quede atrás". Es necesario que la inclusión sea una prioridad en la política pública, que la capacidad técnica sea óptima, y que se destinen recursos financieros para cerrar las brechas étnico-raciales, en pro de una sociedad verdaderamente inclusiva. El Grupo BID continuará trabajando para mejorar vidas.