11/22/2024 | News release | Distributed by Public on 11/22/2024 08:49
El evento, realizado en la PUCP, reunió testimonios de familiares y sobrevivientes de la represión en las protestas de 2022 y 2023 en diversas regiones del país. Con el apoyo de Amnistía Internacional y asociaciones de víctimas, la audiencia busca justicia y memoria para los afectados.
Con el propósito de visibilizar las voces de quienes fueron víctimas de represión y discriminación durante las protestas masivas que se llevaron a cabo entre diciembre de 2022 y marzo de 2023, se realizó la I Audiencia Pública «Racismo y represión».
Este evento, organizado en colaboración con las diferentes asociaciones de víctimas y afectados de Andahuaylas, Ayacucho, Pichanaki, Cusco y Juliaca, así como Amnistía Internacional Perú, tuvo lugar el pasado 30 de octubre en el Complejo de Innovación Académica (CIA) de la PUCP.
"Nos sentimos muy contentos de poder albergar en nuestra Universidad un evento tan importante como este (…) Para nosotras y nosotros, como universidad plural, diversa, pontificia y católica, es una oportunidad más para renovar nuestro compromiso con los derechos humanos, principalmente con el derecho a la vida de todo ser humano, en la búsqueda de paz y justicia para nuestro país", señaló la Dra. María Angélica Pease, directora de la Dirección de Responsabilidad Social (DARS).
En ese sentido, Pease resaltó la importancia de crear espacios de escucha y acogida. "Nuestro país necesita espacios como este, donde podamos escucharnos, acogernos, aun con todo lo doloroso que eso pudiera ser, aun cuando estas historias de dolor se activan al ser contadas. Creemos que escucharnos, acogernos, oírnos también contiene, sostiene y repara", destacó.
Por su parte, Marina Navarro, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Perú, subrayó el valor de la Audiencia Pública como un acto de memoria y justicia para el país. "Este es un ejercicio clave de memoria, para que no olvidemos, para que esto nunca más vuelva a ocurrir. Desde Amnistía Internacional les queremos agradecer mucho a las víctimas y a los familiares, por este ejercicio que estamos haciendo de memoria, para que haya justicia y para que se respeten los derechos humanos en Perú", destacó.
Asimismo, Raúl Samillán, presidente de la Asociación Nacional de Familiares y Víctimas de la Masacre 2022-2023, expresó su gratitud por la oportunidad que permite que las propias víctimas puedan compartir su experiencia a raíz de la represión que vivieron durante las protestas. También agradeció el apoyo de Amnistía Internacional Perú en su búsqueda de justicia.
"Estamos muy agradecidos por todo el trabajo que han venido haciendo hasta el momento. Sacaron dos informes muy importantes para nosotros que esperamos nos ayuden a encontrar justicia y se pueda juzgar no solamente a los que dispararon a nuestros seres queridos, sino también a los que dieron las órdenes, desde la presidenta hasta los policías", aseveró Samillán.
Siete víctimas de Andahuaylas, Ayacucho, Pichanaki, Cusco y Juliaca compartieron sus experiencias personales. En sus testimonios describieron los efectos físicos, psicológicos y emocionales que dejó la represión policial en sus vidas durante las protestas masivas de diciembre de 2022 y marzo de 2023.
Además, relataron su lucha por obtener justicia. Muchos de ellos se encuentran ahora imposibilitados para trabajar o llevar a cabo sus actividades cotidianas con la normalidad de antes.
"Tengo más de 100 balines de perdigón en el cuerpo, todos de metal, con ranuras, no lisos. Es muy complicado intervenirme, así que me toca vivir con esto hasta mi último día. A veces recuerdo el momento en que recibí tantos impactos. La gente pensó que iba a morir. Es increíble pero he sobrevivido a todo esto. Sonrío por fuera, pero por dentro estoy destrozado. En el brazo izquierdo tengo 46 balines. Ya he salido del país en busca de una posible operación, pero me dicen que es imposible".
Esta es la historia de Diego Quispe (35 años), natural de Azángaro, quien el 9 de enero de 2023 fue herido en la ciudad de Juliaca cuando pasaba por el aeropuerto. Él no estaba involucrado en las protestas, pero los policías lo balearon mientras reprimían a los manifestantes en los incidentes de la toma del aeropuerto Inca Manco Cápac.
Así como él, Noé Palma (40 años), de Pichanaki, fue herido de bala el 16 de diciembre de 2022. Él tampoco participaba de las protestas, pero una bala de largo alcance lo impactó en la pierna derecha atravesándolo hasta la pierna izquierda, dañando seriamente sus tendones. "Yo he estado ocho meses postrado en cama. Pensé que nunca iba a volver a caminar", contó.
Familiares de los fallecidos en las protestas de diciembre de 2022 y marzo de 2023 en Andahuaylas, Ayacucho, Pichanaki, Cusco y Juliaca también compartieron el profundo dolor vivido y el difícil proceso de enfrentar la pérdida de sus seres queridos. Hoy, exigen justicia.
Como Mariela Ccayo, quien perdió a su esposo Manuel Quilla Ticona cuando viajó el 10 de marzo de 2023 a Lima para exigir justicia por todas las personas asesinadas en Juliaca.
«El 14 de marzo (Manuel Quilla) fue interceptado por policías. Esa noche me llamó para contarme que lo habían golpeado. Yo he viajado a Lima dejando a mis hijos y cuando he llegado la situación de mi esposo era grave. Estuvo 17 días padeciendo en cama. Fue el 31 de marzo de 2023 que él murió en mis brazos. La necropsia arrojó que falleció por edema cerebral generalizado. Además su cuerpo tenía muchos hematomas. Mi esposo no era terrorista, no era un vándalo. El mismo día que mi esposo falleció mi hija fue ultrajada sexualmente. He intentado varias veces atentar contra mi vida y la de mis hijos, pero sigo aquí, luchando por justicia», narró entre lágrimas.
También está la historia de José Florez, de Cusco, quien perdió a su hijo durante las protestas. Un disparo alcanzó al estudiante de gastronomía cerca del aeropuerto Alejandro Velasco Astete cuando transitaba por la zona. Él fue trasladado a Lima, donde permaneció internado dos meses hasta que falleció.
Al igual que esta, los familiares de los fallecidos presentaron muchas otras historias dolorosas durante la I Audiencia Pública «Racismo y Represión». Asimismo, defendieron el derecho a protesta y solicitaron que se juzgue, no solo a los efectivos que dispararon las armas de fuego, sino también a quienes dieron las órdenes.