11/19/2024 | Press release | Archived content
Río de Janeiro
Buenas tardes.
Gracias a los medios de comunicación por atender esta comparecencia que va a versar sobre las principales conclusiones, como se puede imaginar, de la cumbre del G20 que ha tenido lugar en el día de ayer y en el día de hoy.
Quiero comenzar agradeciendo, como siempre, el trabajo de nuestro equipo diplomático. Está la embajadora aquí en Brasil, también del equipo de sherpas, de todos los servidores públicos que han representado a España en las reuniones preparatorias y ministeriales que han precedido a esta cumbre.
Y quisiera también, pues, lógicamente, agradecer el excelente trabajo y la hospitalidad de la Presidencia brasileña, de su presidente, del presidente Lula que ha sido capaz de capitanear la nave del G20 en un contexto especialmente complejo, con el telón de fondo de la invasión rusa y también, como saben ustedes, el conflicto y la crisis humanitaria en Gaza.
En cuanto a la cumbre del G20, como saben, la Presidencia brasileña quiso articular los debates en torno a tres temas prioritarios: el primero, la inclusión social y la lucha contra el hambre y contra la pobreza. En segundo lugar, la reforma de las instituciones y la gobernanza global. Y finalmente, el desarrollo sostenible y las transiciones energéticas.
En fin, todos estos son debates que nos suenan mucho, que son propios porque forman parte de las prioridades del Ejecutivo de España. Y paso, por tanto, a continuación, a valorar los resultados concretos de esta cumbre, siguiendo los tres ejes de trabajo de la Presidencia brasileña.
En primer lugar, un elemento crucial de las declaraciones de todos los presidentes y presidentas de Gobierno y jefes de Estado, desde el estallido de la guerra de Ucrania hace mil días, es la referencia a la situación geopolítica internacional.
Y a la vista de los brutales ataques que hemos visto por parte de Putin en Ucrania, en estos últimos días, y también por parte de Netanyahu en Líbano y en Gaza, esta mención nos parecía incluso más necesaria que nunca.
Y, en este sentido, pese a las diferencias entre los miembros del G20, como se pueden ustedes imaginar, España valora positivamente los términos en los que en la declaración se ha recogido este contexto geopolítico tan complejo.
El G20 lo que hace es mandar un mensaje claro. Manda un mensaje claro de compromiso con una paz justa, con los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y con el Derecho internacional, el respeto al derecho internacional, al Derecho internacional humanitario, en todos los contextos y en todo momento en Ucrania, en Gaza o en Líbano.
Y nuestro país, España, ha abogado en todo momento a lo largo de estos meses, por este equilibrio, donde la primacía de la soberanía de la integridad territorial de Ucrania, como nos han escuchado decir muchas veces a lo largo de estos últimos mil días de guerra, de invasión, y el progreso irreversible hacia la solución de los dos estados, cuando hablamos de Oriente Medio, quede muy claro.
Y España considera que los términos en los que está reflejado en la declaración del G20 quedan claros. Evidentemente nos hubiera gustado un texto más contundente, sin duda, lo mejor que en todo caso podríamos conseguir como grupo, el resultado de esta declaración y, por tanto, es la valoración positiva que hacemos desde el Gobierno de España.
Y quisiera, en todo caso, recordar los cruentos ataques de Israel en varias regiones de Líbano, sobre todo el norte de la de la Franja de Gaza, que han causado más muertos y más dolor.
Y también el terrible e injustificable ataque de Putin contra Ucrania el día antes de que comenzara esta cumbre del G20, lo que también demuestra el respeto que tiene Putin, en este caso, por la comunidad internacional y, en consecuencia, enviamos desde el Gobierno de España toda la solidaridad y el apoyo al pueblo ucraniano, que sabe que cuenta con todo nuestro respaldo el tiempo que sea necesario.
En segundo lugar, quiero celebrar el lanzamiento oficial de la Alianza Global contra el Hambre y contra la Pobreza, un proyecto emblemático que se nutre de la larga y exitosa trayectoria de Brasil y de su Gobierno con este tipo de políticas. Esta iniciativa va a permitir poner en contacto a países donantes con países receptores de esa ayuda que necesitan para implementar algunas de las políticas y las mejores prácticas recogidas en la Alianza. Y me alegra especialmente porque España, que ha apoyado este proyecto desde el principio, se ha comprometido formalmente a formar parte de esta alianza con un compromiso financiero inicial de 850.000 € para financiar y apoyar a su Secretariado. Reafirmamos lógicamente con este eje nuestro firme compromiso con el multilateralismo.
He tenido además la oportunidad de anunciar una contribución de casi 60 millones de euros en la ronda de inversiones de la Organización Mundial de la Salud para ayudar a garantizar la financiación sostenible del organismo entre el año 2025 y el año 2028.
Y, en tercer lugar, el G20 ha mantenido un debate intenso en torno a uno de los elementos centrales también de la acción política del Gobierno de España a nivel nacional y también a nivel multilateral, como es los avances en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda 2030 y los recursos necesarios para alcanzar esos objetivos.
Y en ese sentido, la Declaración lo que hace es un llamamiento al éxito de la 4.ª Conferencia Internacional de Financiación al Desarrollo, que se va a celebrar en junio del próximo año en la ciudad española de Sevilla.
Y he tenido además la oportunidad de trasladar la importancia que damos desde el Gobierno de España, que creemos que tiene, para el presente y el futuro del multilateralismo, la conferencia para ejercer nuestra responsabilidad, en definitiva, con el cumplimiento de la Agenda 2030. Y para ello, pues evidentemente he invitado a todos los líderes para que estén presentes en esta cumbre.
Durante la cumbre se ha tratado, además, la reforma del sistema financiero multilateral, que saben ustedes que España es un país que aboga por ella. Se ha acordado que los bancos multilaterales de desarrollo profundicen sus reformas, movilicen capital.
También ha habido avances positivos para garantizar la sostenibilidad de la deuda de los países vulnerables por la crisis de liquidez. En definitiva, son todo pasos adelante que sientan una buena base para la conferencia de Sevilla del año que viene y los debates que podamos tener y los acuerdos que podamos alcanzar.
Y, además, he podido también reiterar el compromiso del Gobierno de España ya anunciado por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en Washington, hace unas semanas, de contribuir nada más y nada menos que con 400 millones de euros a la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial, un incremento cercano, nada más y nada menos que al 40% en comparación con el anterior ciclo de reposición.
Finalmente, en materia de clima, de energía, de medio ambiente, las negociaciones han sido complejas, todos mirando Azerbaiyán. Se debe evidentemente alcanzar un acuerdo importante que ayude a frenar la emergencia climática en Bakú. Y lo que está claro es que los avances logrados bajo el acuerdo de París deben ser irreversibles.
Y ahora, por tanto, lo que debemos hacer es, no solamente cumplirlos, sino también acelerarlos, como nos indica la ciencia si queremos, si queremos preservar el presente y el futuro del planeta, de un planeta sostenible.
Y, por último, me gustaría destacar las menciones en la declaración que han sido inéditas hasta esta cumbre, como las referidas al diálogo social, a la negociación colectiva en el ámbito del trabajo, a la reiteración de los mensajes sobre el fenómeno migratorio y la presencia de mensajes ambiciosos en una materia que es muy importante para el Gobierno de España, como son las materias referidas a la igualdad de género.
Y sobre actos paralelos y agenda, he tenido ocasión de poder reunirme con múltiples líderes, también con directores y directoras de distintos organismos multilaterales.
En conclusión, el Gobierno sale satisfecho de esta cumbre. Sin duda nos hubiera gustado una declaración más ambiciosa a la altura de los enormes retos que enfrentamos, pero evidentemente nos consta, me consta, como he mencionado antes, que las negociaciones, pues, no han sido fáciles. Y por eso creo que el hecho de que tengamos una declaración conjunta y consensuada ya es un logro por sí mismo.
De cara a la próxima presidencia de Sudáfrica ya he trasladado a su presidente, al presidente Ramaphosa, pues, evidentemente nuestra disponibilidad a seguir trabajando de manera constructiva, como hace España siempre en estos foros multilaterales tan importantes para la gobernanza de nuestro planeta y, evidentemente, hacer una, o dar una respuesta efectiva a los grandes desafíos que tenemos por delante.
Y con esto, pues, la primera de mis intervenciones, quedo a la espera de responder a las preguntas de los periodistas.
Cuando me digas Carmen.
P.- [Francesco Manetto, El País] Muchas gracias.
Presidente, en primer lugar, una pregunta relacionada con la cumbre que se ha celebrado aquí en Río de Janeiro. En un contexto global de profunda incertidumbre, en buena medida de inestabilidad, lo ha mencionado, con dos guerras en pleno desarrollo y con el inminente regreso de Donald Trump a la Casa Blanca a partir de enero, que siempre ha mirado estas cumbres con más recelo, ¿cómo valora el papel de contrapeso que pueda desempeñar en el tablero global la próxima Comisión Europea que se está conformando?
Y, en segundo lugar, a este propósito, le quería preguntar cómo están siendo las negociaciones para terminar de afinar su conformación. Usted se vio con Von der Leyen, coincidió también con otros líderes mundiales y europeos, con Scholz, con Macron, con Meloni, no sé si tuvo oportunidad de comentarles algo. Y si estas negociaciones, en definitiva, cómo se están desarrollando.
Muchas gracias.
Presidente.- Pues muchas gracias, Francesco.
Yo creo que, efectivamente, es urgente el que Europa cuente con un Gobierno, con un Gobierno europeo cuanto antes, con plenas capacidades para afrontar los desafíos globales a los cuales usted ha hecho referencia. España, incluso con la presidencia del Consejo Europeo en el segundo semestre del año 2023, trasladó la necesidad de reforzar nuestra autonomía estratégica.
Y esa autonomía estratégica tiene que ver con ganar competitividad, reindustrializando nuestro continente, diversificar, también, nuestras relaciones comerciales. Creo que una de los grandes desafíos que tenemos, de los grandes retos que tenemos para esta próxima Comisión, es el de si el orden multilateral, en función de cuál sea la aproximación que haga el próximo presidente electo, Donald Trump, se va a ver debilitado y, por tanto, también la política comercial se va a ver alterada.
Suena de sentido común el que Europa afiance sus relaciones comerciales con otros bloques regionales. El caso del Mercosur, dado que estamos en Brasil, creo que es muy elocuente de la necesidad de reforzar esa autonomía estratégica, de diversificar nuestras relaciones económicas y comerciales y consolidarlas, si no reforzarlas. Sin duda alguna, sin tener que renunciar a ese vínculo transatlántico que supera de largo la coyuntura de los Gobiernos que pueda haber en Europa o en Estados Unidos.
Y en ese contexto, efectivamente, entramos en la negociación de la Comisión Europea.
Yo quiero recordar varias cosas. ¿Cuál fue el objetivo de España en el inicio de la negociación? Fueron dos.
El primero, construir un acuerdo entre las familias políticas proeuropeístas, un acuerdo moderado, un acuerdo centrado y, por tanto, eso creo que lo logramos. Y donde España, además, contribuyó desde una manera positiva y de liderazgo, junto con el canciller alemán, junto con las familias liberales tanto de Holanda como de Francia, como la familia conservadora representada por el primer ministro griego y por el primer ministro polaco.
Por lo tanto, el primer objetivo era ese: lograr un acuerdo proeuropeísta y centrado.
Y el segundo objetivo es que, en Europa, en el Gobierno de Europa, tienen que estar los mejores, las mejores. Y, por tanto, España lleva a uno de sus mejores referentes. Probablemente, en el ámbito de la transición ecológica, de la transformación energética, de la mitigación y la adaptación al cambio climático, la mejor, si no de las mejores, es Teresa Ribera.
Por tanto, esos dos objetivos: uno, el Gobierno de los mejores, renunciando a una de las vicepresidentas más importantes que hemos tenido durante estos últimos seis años, como Teresa Ribera, y alcanzar un acuerdo entre las tres principales familias, moderado, centrado y proeuropeísta. España ha jugado un papel clave, determinante.
Por eso yo lo que pido es que cumplamos todos el acuerdo, ese acuerdo que alcanzamos en verano.
Yo he escuchado al líder de la oposición mezclar la tragedia de Valencia con la negociación en Bruselas. Y me gustaría hacer una reflexión sobre ello, porque el señor Feijóo tiene todo el derecho a defender al señor Mazón y su gestión; si quiere hacer, que lo haga. Pero no lo puede hacer en contra de todo y de todos.
No lo puede hacer en contra del Estado autonómico, poniendo en duda cuáles son las competencias de cada estamento en el Estado, en un Estado autonómico.
No lo puedo hacer en contra de España, porque es que a España le interesa tener una vicepresidencia primera en la Comisión Europea, con las competencias, además, que se le ha reconocido a España. Nada más y nada menos que la política de la competencia, que es una de las principales políticas comunes y de las más poderosas en lo que tiene que ver con la transformación de esa autonomía estratégica a la cual antes hacía referencia.
Y finalmente, tampoco contra Europa, poniendo en duda la propia constitución de una Comisión del Gobierno europeo que necesitamos cuanto antes para hacer frente a los desafíos globales.
Por tanto, si el señor Feijóo quiere defender al señor Mazón, que lo haga, está en su derecho. Pero que no lo haga en contra del Estado autonómico, en contra de los intereses de España y en contra también de los intereses de Europa.
Muchas veces escucho al señor Feijóo decir que hay que hacer política para adultos. Pues eso, que se aplique la política para adultos en primera persona. Mesura, racionalidad y un mínimo de sentido de Estado. Eso es lo que pediría.
Finalmente, respecto a cómo van las negociaciones, avanzan y esperemos que den sus frutos pronto, porque Europa lo necesita y porque España lo necesita.
P.- [Sandra Gallardo, RNE] Hola, buenas tardes, presidente.
Quería preguntarle por la situación que se vivió ayer en el Congreso, de altas horas de la noche. Era algo difícil de ver en la actividad parlamentaria que terminara una comisión de Hacienda a la una de la madrugada.
Quería que me explicara, presidente, cómo va usted a cuadrar el círculo, cómo va a conseguir que los partidos, sus socios de izquierdas, apoyen un pacto con Junts, que es todo lo contrario. Es decir, cómo va a casar eliminar el impuesto a las energéticas y prorrogarlo, que es lo que ha prometido a las formaciones de izquierdas. ¿Usted confía en que en el pleno del jueves va a poder sacar adelante esa reforma fiscal?
Y yendo más allá, visto lo de anoche, ¿es creíble que pueda usted aprobar unos presupuestos y que la legislatura pueda seguir?
Insistiendo con el tema de Teresa Ribera, quería preguntarle si… Bueno, la primera pregunta era toda la foto. E insistiendo con el tema de Teresa Ribera, quería saber si usted está dispuesto a rebasar una línea roja, a que Raffaele Fitto, a que los socialistas apoyen a Raffaele Fitto con tal de que Teresa Ribera conserve ese puesto de vicepresidenta de la Comisión.
Gracias.
Presidente.- Bueno, muchas gracias Sandra, por sus preguntas.
Respecto a la primera, a ver, bienvenidos a los Gobiernos de minoría parlamentaria. Llevamos seis años así. Es la tónica habitual en Europa tener Gobiernos con minorías parlamentarias que construyen mayorías parlamentarias en sus Parlamentos nacionales.
Por cierto, nosotros llevamos administrando España desde hace seis años y ahí están los resultados: líderes en crecimiento económico, con unas tasas de creación de empleo como no hemos visto en décadas, con una reducción de la desigualdad y, en definitiva, con una política económica y social que ha llevado, como me parece que era un medio de comunicación económico hoy, a decir que el IBEX, nada más y nada menos, con este Gobierno de coalición progresista se ha convertido en uno de los principales lugares de mayor rentabilidad, superando algunas bolsas de otros países europeos muy importantes y relevantes.
Por tanto, yo lo que quiero decir con esto es que la complejidad, si hay un Gobierno que la puede administrar, es este Gobierno de coalición progresista.
En segundo lugar, que yo considero que la debilidad es no poder articular mayorías parlamentarias y este Gobierno articula mayorías parlamentarias y lleva haciendo eso seis años.
Hay votaciones que se ganan, otras votaciones que se pierden, hay votaciones que salen de manera mucho más sencilla y que no encuentran tampoco las conclusiones que ustedes arrojan después de la sesión de la Comisión de Hacienda ayer, cuando eso sucede. Este Gobierno ya lleva en este año publicado en el Boletín Oficial del Estado veinte leyes, veinte leyes, y eso no forma parte del debate, forma parte del debate cuando hay votaciones difíciles, complejas, como lo es, lógicamente, en cualquier legislatura, abordar una reforma fiscal.
Esa reforma fiscal tiene tres elementos que me parecen fundamentales.
El primero: tenemos que financiar nuestro Estado del bienestar, las políticas sociales, los servicios públicos, que hoy estamos viendo más que nunca lo necesario que son en situaciones de crisis y de emergencia como la que se está viviendo en la provincia de Valencia y en otros lugares de la Comunitat.
Dos: que esa financiación se haga con criterios de justicia fiscal.
Y tres: cumplir con Europa, uno de los hitos para continuar avanzando en la recepción de fondos europeos vinculados con la transformación económica y el crecimiento económico.
Y eso es lo que está haciendo el Gobierno de España. Y por supuesto que se puede casar.
El Gobierno de España siempre ha defendido dos cosas que son perfectamente coherentes y compatibles.
Una, que las energéticas tengan un gravamen específico; y dos, que se pueda descarbonizar el tejido productivo en nuestro país. Y eso es lo que el Gobierno está defendiendo con los acuerdos que hemos alcanzado con unos y con otros.
Y, evidentemente, hasta el jueves tenemos muchas horas por delante para poder llegar a acuerdos con las formaciones parlamentarias y sacar adelante una reforma fiscal que creo que es muy necesaria para seguir fortaleciendo nuestro Estado del bienestar.
Segundo elemento, los presupuestos. Y el Gobierno de España - lo he dicho en muchísimas ocasiones -, va a cumplir con su deber y es presentar unos Presupuestos Generales del Estado que obedezcan a los retos que tenemos inmediatos, como pueda ser la tarea de reconstrucción en la Comunitat Valenciana, como también de medio plazo.
Y finalmente, sobre si rebasar o no rebasar. A ver, es que creo que es muy importante que los medios de comunicación hagan esa pedagogía también cuando se aproximan a esta cuestión.
Uno, el Partido Socialista, la familia socialdemócrata europea, firmó un acuerdo con otras dos familias tradicionales, un acuerdo moderado, centrado y proeuropeo, que es con el Partido Popular y con el Partido de los Liberales. Estamos de acuerdo.
Dos, en la conformación de un Colegio de Comisarios, todos los países tienen derecho a un comisario o comisaria. Y ese comisario o comisaria no lo elijo yo como presidente del Gobierno de España, lo elige el Gobierno de ese país. Y, por tanto, Orbán, por poner otro caso, lleva muchos años gobernando en Hungría y al final hemos tenido que votar todos al candidato que haya propuesto el Gobierno húngaro en base a una serie de criterios.
Pues esto es lo que pasa en Europa. Una cosa es el acuerdo político que hemos alcanzado las tres principales familias, que tiene una hoja de ruta determinada para los próximos cinco años, que repartió la Presidencia del Parlamento Europeo, la Presidencia del Consejo, la Presidencia de la Comisión, y también reconoció la importancia, por ejemplo, de España confiriéndole una Vicepresidenta primera como es el caso de la que afecta a la Vicepresidenta Teresa Ribera.
Y en segundo lugar, lo que nos dicen los Tratados y los Tratados lo que dicen es que todos los países tienen derecho a tener un comisario o comisaria.
Por tanto, es que es el Gobierno italiano quien decide quién va o quién no va y el Gobierno de Hungría y el Gobierno de España y el Gobierno de Portugal y el Gobierno de Francia y el Gobierno de Alemania. Eso es así.
Y, por tanto, no es que haya ninguna línea que sobrepasar o no, es que eso tiene otra derivada que no afecta al acuerdo político entre las tres principales familias europeas.
Siento haberme extendido, pero me parece importante hacer esa pedagogía, que no es como la conformación de un Gobierno nacional. No es así. Todos los países miembros de la Unión Europea tienen derecho a contar con un comisario o con una comisaria. Y eso es así y, por tanto, hay que respetarlo. Es lo que dicen los Tratados y eso es lo que hace, en este caso, la familia socialdemócrata europea.
Pero el acuerdo es entre las tres principales familias, que creo que es lo que tenemos que preservar y que cumplir. Porque, efectivamente, nosotros hemos apoyado a todos los candidatos y candidatas al Colegio de Comisarios del Partido Popular y, evidentemente, pues pedimos esa reciprocidad. Me parece de puro sentido común.
Y un último añadido, el Partido Popular en España no es la primera vez. Lleva sistemáticamente llevando a Bruselas todos los debates de la política nacional. Y tengo que decirle que hay absoluta incredulidad en Europa - y no solamente en la familia socialdemócrata - sobre esta actitud.
Porque no se llevan los debates de política nacional a Bruselas y mucho menos contaminar algo tan imperioso y tan necesario como es contar con un Colegio de Comisarios cuanto antes.
Pero, en fin. ¿Política para adultos? Pues política para adultos. Asumamos todos nuestra responsabilidad.
P.- [Iñaki Aguado, Telecinco] Buenas tardes, presidente. Su participación en este G20, acompañado de su esposa, ha coincidido con la última providencia del juez Peinado, que pide investigar las cuentas de su mujer y también su certificado de matrimonio. Me gustaría saber qué interpretación hace usted de este último movimiento del juez.
Y, por otro lado, usted siempre nos ha trasladado, siempre ha defendido que no hay nada, pero hemos conocido en los últimos días correos electrónicos que forman parte del sumario, en los que una asesora de Presidencia hace gestiones profesionales particulares de su esposa.
Me gustaría saber si esto le consta o qué reflexión puede compartir con nosotros.
Gracias.
Presidente.- A ver, sobre este asunto, Iñaki, absoluta tranquilidad, absoluta tranquilidad y absoluta transparencia.
Y, por tanto, si se quieren investigar el estado de las cuentas de mi esposa, pues perfecto, porque lo que se verá es que es una mujer pulcra, honesta y que tiene un estado de cuentas que refleja la de cualquier profesional, trabajadora o trabajador, como millones de españoles y españolas en nuestro país.
Y si el señor juez, el señor Peinado, pues quiere comprobar por escrito que Begoña y yo estamos casados, pues tampoco hay problema.
Bueno, muchas gracias.
Buen regreso.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)