12/18/2024 | Press release | Distributed by Public on 12/18/2024 12:14
En el mundo de la recaudación de impuestos, incluso pequeñas mejoras en el cumplimiento pueden tener enormes repercusiones financieras para los gobiernos y las sociedades. Un estudio reciente, "The $100 Million Nudge," demuestra cómo una sencilla intervención, basada en la economía del comportamiento, logró aumentar de manera significativa el cumplimiento del pago de impuestos por parte de las empresas, lo que se tradujo en un enorme incremento de los ingresos públicos.
El cumplimiento de las obligaciones tributarias siempre ha representado un desafío para los gobiernos de todo el mundo. La falta de cumplimiento no solo afecta negativamente los presupuestos públicos, sino que también distorsiona la competencia y debilita el sistema económico general. En nuestra investigación tratamos de explorar si los "empujoncitos" (nudges en inglés) -pequeñas intervenciones diseñadas para influir en el comportamiento de las personas- podrían abordar este problema a gran escala, centrándose especialmente en el cumplimiento por parte de las empresas.
En 2018, implementamos un experimento de campo natural en la República Dominicana para evaluar cómo los "nudges" o empujones conductuales pueden mejorar el cumplimiento tributario en el sector empresarial. A través de una colaboración con la administración tributaria del gobierno, pretendíamos demostrar cómo unos pequeños ajustes en la comunicación podían traducirse en mejoras significativas en el pago de impuestos.
En nuestro estudio, las empresas fueron asignadas aleatoriamente a distintos grupos. A algunas se les enviaron cartas personalizadas que enfatizaban la posibilidad de arresto por incumplimiento en el pago de impuestos, mientras que a otras se les advirtió sobre la posible divulgación pública como sanción, un tipo de castigo social. Este enfoque se basa en los principios de la economía del comportamiento, aprovechando la influencia que ejercen los recordatorios de sanciones bien comunicados y las normas sociales. Cuando la mayoría de las empresas cumplen con sus obligaciones fiscales, el incumplimiento se convierte en una conducta socialmente inaceptable.
La intervención fue simple pero escalable, alcanzando a miles de empresas con un costo mínimo.
Los resultados de nuestro experimento fueron sorprendentes. Las empresas que recibieron cartas con recordatorios de penas en prisión aumentaron el importe de los impuestos pagados en un promedio del 44% en comparación con aquellas que no recibieron ninguna intervención, mientras que las que fueron informadas sobre la posible divulgación pública de sus acciones, incrementaron sus pagos en un promedio del 18%. Esta mejora generó ingresos fiscales adicionales de US$184 millones en un país que, a fecha de 2018, tenía un ratio impuestos/PIB de aproximadamente el 13%, frente al 33.5% en los países desarrollados.
Uno de los hallazgos más notables fue la rentabilidad del "empujoncito". Dado el mínimo costo asociado al envío de cartas, el retorno sobre la inversión fue extraordinario, destacando como las intervenciones basadas en observaciones del comportamiento pueden mejorar la eficiencia gubernamental sin necesidad de cambios estructurales importantes ni de medidas punitivas.
Nuestro experimento no es el único en este campo. Hace eco de los resultados de muchas otras experiencias exitosas de tipo empujoncito para impulsar la recaudación de impuestos. Por ejemplo, un estudio realizado en Argentina por el Departamento de Investigación del BID encontró que incluir mensajes sobre sanciones por incumplimiento en las facturas de impuestos aumentó el cumplimiento en un 9%. Otro experimento del BID, realizado también en Argentina, en el que se concedía una recompensa a contribuyentes puntuales seleccionados al azar -una acera frente a su casa construida por el gobierno- también aumentó la probabilidad de que esos contribuyentes cumplieran sus obligaciones durante los tres años siguientes, esta vez en 7 puntos porcentuales. Aún más impresionante fue el efecto contagio entre vecinos, quienes, al observar cómo el gobierno utilizaba los fondos públicos de manera constructiva, adoptaron una visión más positiva sobre las normas sociales de cumplimiento tributario. Como resultado, los contribuyentes morosos que eran vecinos de los ganadores de la acera fueron 7,5 puntos porcentuales más propensos a pagar puntualmente en el futuro.
El éxito de nuestro experimento y de estos otros realizados por el BID abren nuevas vías para los formuladores de políticas públicas que buscan mejorar el cumplimiento de las obligaciones tributarias mediante métodos no punitivos. Los "nudges", incluidos los que apelan a las normas sociales, pueden complementar los mecanismos tradicionales de control, contribuyendo en última instancia a sistemas tributarios más justos y eficientes.
Al mismo tiempo, nuestras conclusiones resaltan la importancia de llevar a cabo pruebas y evaluaciones rigurosas. Aunque las intervenciones basadas en el comportamiento suelen ser efectivas, es esencial diseñarlas cuidadosamente y adaptarlas a contextos específicos para maximizar su impacto.
Nuestro estudio pone de relieve el poder de las ciencias del comportamiento para abordar problemas políticos complejos, en línea con los esfuerzos gubernamentales para mejorar los servicios públicos y promover la equidad en el sistema tributario. A medida que los gobiernos buscan maneras de aumentar el cumplimiento y los ingresos sin imponer mayores costos de control a los contribuyentes, los aprendizajes de este y otros experimentos del BID podrían desempeñar un papel fundamental.