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08/08/2024 | Press release | Distributed by Public on 08/08/2024 11:35

Los pueblos indígenas y los retos de una mayor interculturalidad en salud


Las diversas culturas en el mundo han tenido la necesidad y capacidad de desarrollar sus propias nociones de salud y de enfermedad. En el caso de los pueblos indígenas, esto ha implicado el desarrollo de prácticas trasmitidas de generación en generación, que les ha permitido sobrevivir y mantenerse como grupos humanos. Si bien en la actualidad lo que entendemos como salud se rige por estándares de la medicina moderna, generalmente de corte occidental, los pueblos indígenas han logrado conservar buena parte de sus prácticas ancestrales de manera funcional y efectiva.

La existencia de los sistemas propios de salud de los pueblos indígenas es reconocida en la legislación y convenios internacionales. Por ejemplo, la Declaración de la Organización de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas establece que:

"Los pueblos indígenas tienen derecho a sus propias medicinas tradicionales y a mantener sus prácticas de salud, incluida la conservación de sus plantas medicinales, animales y minerales de interés vital. Las personas indígenas también tienen derecho de acceso, sin discriminación alguna, a todos los servicios sociales y de salud"

Cosmovisión indígena: base para entender su sistema de salud

Para entender las nociones de salud y enfermedad de los pueblos indígenas, es fundamental conocer antes su cosmovisión o forma de entender el mundo. Por ejemplo, los pueblos mesoamericanos como los Aztecas o Mayas desarrollaron un complejo sistema de observación astronómica. Este les permitió desarrollar un conteo del tiempo muy preciso.

Este sistema (Tz'olkin para los Mayas o Tonalmatl en el centro de México) era utilizado a como base para dar el nombre a una persona. Funcionaba dependiendo del día que había nacido, el cual era una combinación de números del 1 al 20 y de las 13 energías que según estos pueblos rigen al ser humano.

Imagen tomada de Wikipedia, traducida al español.

Estas energías se relacionan a su vez con determinadas partes u órganos del cuerpo y, por lo tanto, una mayor predisposición a ciertas enfermedades. Por ejemplo, el Tz'i rige el cerebro y está asociado a enfermedades neurológicas; el Qej rige las extremidades y enfermedades asociadas. Las enfermedades suelen entenderse como una alteración del equilibrio interno y externo de la persona. Esta noción de equilibrio es muy importante en la cosmovisión de varios de los pueblos indígenas.

Relevancia de las prácticas de salud indígena para la atención materno infantil

Pese a la preponderancia de la medicina occidental que rige los sistemas de salud pública, los pueblos indígenas mantienen aún ciertas prácticas de salud que resultan efectivas. Es el caso de las prácticas de atención de salud materno infantil. Estos servicios los prestan parteras tradicionales (conocidas como comadronas en Guatemala).

Este oficio ha sido transmitido de generación en generación. El mismo se suele asociar a una vocación que trae la persona, relacionada a su vez a su energía cósmica. El rol que juegan las comadronas en Guatemala en la atención preparto, parto y post parto es de alta relevancia. Según los datos disponibles de la última Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil realizada en el país en 2015, más del 40% de los partos de mujeres indígenas son atendidos por comadronas. En algunos municipios de mayoría indígena, los partos atendidos por comadronas pueden incluso superar el 75%.

¿Cómo podemos fomentar la articulación entre los sistemas de salud en Guatemala?

En Guatemala existen experiencias importantes sobre prácticas de salud de los pueblos indígenas que han sido efectivas. Estas prácticas se enfocan especial, aunque no exclusivamente a la salud materno infantil y han sido promovidas o apoyadas por organizaciones de sociedad civil o por las mismas comunidades indígenas. Sin embargo, estas iniciativas suelen ser de pequeña escala y acotadas geográficamente. Para que estas iniciativas sean escalables y alcancen mayor impacto, es importante que se articulen de mejor manera con el sistema oficial de salud.

Algunas oportunidades que se han identificado son:

  1. Promover el conocimiento sobre las prácticas de salud de los pueblos indígenas. Si bien es bastante conocida la labor de las comadronas y de algunos terapeutas como los especialistas en huesos, entre otros, aún existe limitado conocimiento sobre las especialidades de otros terapeutas. A pesar del poco reconocimiento que gozan por parte del sistema de salud oficial, siguen siendo un recurso al que se recurre tanto por su bajo costo, como por su acceso inmediato y afinidad cultural. En ese sentido, es fundamental implementar procesos de capacitación sobre el tema dirigidos a las y los prestadores de salud. Así mismo, este conocimiento debe incluirse desde la formación universitaria que reciben quienes serán profesionales de la salud, incluyendo la enseñanza de la medicina desde las perspectivas indígenas en la malla curricular.
  1. Asegurar la articulación desde el primer nivel de atención. La comunidad es el espacio ideal para la articulación de los sistemas de salud puesto que es el lugar donde coinciden terapeutas tradicionales, personal de salud oficial y pacientes. En ese sentido, es el primer nivel de atención en salud el que se debe fortalecer para lograr las condiciones y capacidades para la articulación de los sistemas.
  1. Generar conocimiento sobre las prácticas de salud de otros pueblos indígenas. Si bien los sistemas de salud del pueblo Maya son los que más se han documentado, es necesario llevar a cabo más estudios para conocer los sistemas de salud de los pueblos Xinka y Garífuna.
  1. Fortalecer la implementación del marco normativo existente. El país ha avanzado en el desarrollo de un marco normativo relacionado a la salud intercultural. Este corpus incluye la Política Nacional de Comadronas de los Cuatro Pueblos 2015-2025, las Normas con Pertinencia Cultural en los Servicios de Salud y el Plan Nacional de Interculturalidad en Salud. Para que este cuerpo normativo logre los resultados esperados y mejore la salud de los pueblos indígenas es fundamental incrementar las acciones que permitan su mayor implementación y monitoreo.

Los pueblos indígenas tienen un acervo invaluable de conocimiento práctico en materia de salud. Este conocimiento les ha permitido adaptarse a su entorno, sin perder sus costumbres y su legado. Para potenciar este conocimiento es importante su reconocimiento, promoción y articulación con el sistema oficial de salud.