10/31/2024 | Press release | Archived content
Se necesita un desarrollo más rápido y mejores iniciativas de adaptación para reducir este riesgo
Ciudad de Washington, 31 de octubre de 2024. Unos 1200 millones de personas se enfrentan a riesgos que podrían alterar su vida por la exposición a, al menos, un peligro climático de importancia crítica, como olas de calor, inundaciones, huracanes y sequías. No obstante, en un nuevo informe del Grupo Banco Mundial se describe de qué manera un desarrollo más rápido y un crecimiento económico sostenible pueden reducir las pérdidas económicas y de calidad de vida relacionadas con el cambio climático.
En el informe "Rising to the Challenge: Success Stories and Strategies for Achieving Climate Adaptation and Resilience" (Estar a la altura del desafío: Historias exitosas y estrategias para lograr la adaptación y la resiliencia climáticas) (i), se argumenta que para proteger mejor a las personas y las comunidades, es esencial lograr un desarrollo más rápido y más adecuado e implementar intervenciones de adaptación específicas.
En el documento se llega a la conclusión de que el crecimiento económico y el fortalecimiento de la resiliencia frente al cambio climático van de la mano, y se estima que un aumento del 10 % en el producto interno bruto per cápita reducirá en alrededor de 100 millones la cantidad de personas en situación más vulnerable. Por lo tanto, mejorar los ingresos es importante, pero los países también deben impulsar una serie de políticas que tengan en cuenta el clima para aumentar la resiliencia de las personas.
Asimismo, en el informe se destaca la importancia de adaptar las políticas a la situación específica de cada país. Por ejemplo, los países más ricos deberían dar prioridad a la mejora de la infraestructura existente, mientras que los países de ingreso bajo -donde gran parte de la infraestructura aún está en desarrollo- tienen la oportunidad de construirla de manera sostenible desde el principio.
"La preocupante realidad es que todos los países pueden verse afectados por el cambio climático, pero este desafío es más grave para los países más pobres del mundo", dijo Axel van Trotsenburg, director gerente sénior del Banco Mundial. "Por eso, el Grupo Banco Mundial está trabajando para preparar mejor a las personas para las crisis climáticas, duplicando sus esfuerzos en las esferas de alimentación y agricultura, agua, ecosistemas y biodiversidad, infraestructura, redes de protección social, erradicación de la pobreza y medios de subsistencia".
Las medidas del Grupo Banco Mundial consisten en proteger a más comunidades de los peligros climáticos, apoyar a los países para que elaboren sistemas de alerta temprana, mejorar el acceso de las comunidades y las empresas amenazadas por las crisis climáticas a los seguros, y establecer sistemas de atención de la salud para dar una respuesta rápida a las crisis. Por primera vez, el Grupo Banco Mundial mide los avances en estas intervenciones climáticas como parte de un nuevo sistema de calificación institucional, que servirá de parámetro para la rendición de cuentas y permitirá determinar en qué medida cumple su misión de poner fin a la pobreza extrema e impulsar la prosperidad compartida en un planeta habitable.
Además, a través de sus informes sobre el clima y el desarrollo de los países (i), que ya suman más de 60, el Grupo Banco Mundial ayuda a los países a identificar los principales riesgos climáticos y soluciones para proteger logros de desarrollo fundamentales.
En el informe sobre adaptación (i) se destacan ejemplos positivos, tanto en el sector público como en el privado, en los que se observan avances significativos que ya están ayudando a salvar vidas y a que prosperen las comunidades. Estos ejemplos ofrecen enseñanzas útiles que pueden adoptarse más ampliamente, por ejemplo:
Para gestionar el calor extremo, el Plan de Acción contra el Calor de Ahmedabad, en India, combina un sistema de alerta temprana con campañas de comunicación y la movilización de trabajadores de la salud; gracias a esto, se han evitado más de 2000 muertes relacionadas con el calor tan solo en los primeros dos años de actividad.
Para ayudar a las personas a responder a la sequía, a través de un nuevo sistema de protección social adaptativa en Níger se entregó dinero en efectivo a familias afectadas durante las sequías, lo que mejoró su seguridad alimentaria en un 8 % y aumentó el consumo y el bienestar informados en un 18 %.
Con el fin de ayudar a las comunidades a prepararse para los ciclones y las tormentas más frecuentes, Bangladesh mejoró el sistema de pronósticos meteorológicos y ayudó a los agricultores a utilizarlos en sus actividades diarias; de esta forma, las pérdidas de cosechas causadas por el mal tiempo ahora se han reducido en un 75 %.
Para garantizar un servicio eléctrico confiable, desde Brasil hasta Albania, las empresas privadas de suministro incluyen cada vez más los riesgos climáticos en sus decisiones comerciales e invierten en resiliencia, por ejemplo, mediante el uso de soluciones basadas en la naturaleza.