11/18/2022 | Press release | Distributed by Public on 11/18/2022 16:36
Aymery (izquierda) y Emmanuelle (derecha) junto a sus hijos en un albergue en Plaine Savo, en la provincia de Ituri, República Democrática del Congo, tras un mortífero ataque que sufrió el campamento en febrero de 2022 © ACNUR/Hélène Caux
El día de hoy, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, publicó una posición sobre retornos a la República Democrática del Congo. En ella reitera que deben prohibirse los retornos forzados - incluidos aquellos que afectan a las personas cuya solicitud de asilo ha sido rechazada - a las provincias de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur, al este de ese país.
ACNUR insta a los Estados a permitir que las personas refugiadas ingresen a sus territorios y a darles el trato que dictan la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y la Convención de la OUA por la que se regulan los aspectos específicos de problemas de los refugiados en África de 1969.
Para ACNUR resulta preocupante que hayan aumentado los ataques contra la población civil, incluidas personas que residen en sitios de desplazados al este del país.
En el atroz ataque que en febrero de 2022 sufrió el campamento de Plaine Savo en la provincia de Ituri, por lo menos 62 personas fueron asesinadas y más de 40 sufrieron lesiones en manos de un grupo armado irregular. Más de 1.000 personas que vivían en sitios de desplazados o que estaban tratando de volver a casa han sido asesinadas desde febrero en ataques como este. Desde inicios de 2022, ACNUR ha registrado más de 50.000 violaciones a los derechos humanos de la población civil, incluidas las personas refugiadas y desplazadas internas.
La situación se ha agravado con la exacerbación del conflicto armado. Los enfrentamientos entre M23, un grupo rebelde, y el ejército congoleño han desplazado a 188.000 personas desde el 20 de octubre. Incluso antes del último repunte en los casos de desplazamiento, se estimaba que había 5,6 millones de personas desplazadas al interior de la República Democrática del Congo, y que un millón de personas encontró protección en 22 países africanos; en consecuencia, esta es la crisis humanitaria de mayor magnitud en el mundo. La mayor parte de estas personas (4,9 millones) fueron desplazadas por conflictos en las provincias de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur (es decir, dentro de las fronteras del país), mientras que casi 700.000 personas han sido desplazadas por un clima extremo.
Las necesidades humanitarias continúan al alza y el acceso humanitario está considerablemente restringido por la falta de fondos que enfrentan los programas humanitarios. ACNUR ha recibido apenas el 43% de los fondos que necesita este año, y quedan tan solo seis semanas para que termine el 2022.
Los Estados tienen una responsabilidad jurídica y moral que, de conformidad con la Convención de la OUA de 1969 y la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, consiste en no retornar por la fuerza y dar asilo a las personas que buscan protección tras huir de un conflicto. La posición de ACNUR sobre retornos forzados a las provincias de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur, en República Democrática del Congo, se mantendrá vigente hasta que la situación mejore y sean factibles los retornos en condiciones dignas y seguras.
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