IDB - Inter-American Development Bank

10/24/2024 | Press release | Archived content

Un balance de treinta años de investigación


El Departamento de Investigación del BID está cumpliendo 30 años, y mientras celebro este aniversario, miro hacia el pasado y me siento enormemente orgulloso de las tres décadas de aportes de vital importancia que nuestro departamento ha hecho a la formulación de políticas basadas en evidencia en América Latina y el Caribe; y miro hacia el futuro a los difíciles desafíos a los que nos enfrentamos en un mundo en rápida evolución.

Tras incorporarme al Departamento hace más de 20 años como asistente de investigación, bajo la batuta del entonces economista jefe Ricardo Hausmann, y luego al reincorporarme hace cinco años, esta vez como economista jefe y gerente general del Departamento de Investigación, he tenido la fortuna de trabajar con economistas de sumo talento que engrosan las filas de nuestro Departamento. La capacidad que tienen nuestros economistas para reunir datos y realizar análisis e investigación con el fin de ayudar a los países de la región tanto a consolidar economías más sólidas y resilientes como a progresar por la senda del desarrollo sostenible en beneficio de millones de personas es digna de admiración.

Pero con 30 años cumplidos, no vamos a dormirnos sobre los laureles. Nuestro Departamento aún tiene combustible de sobra en el tanque y mucho trabajo por hacer. Contamos con la experiencia de décadas de investigación sobre temas que van desde el gasto público, la deuda y la productividad hasta el desarrollo de la primera infancia, la infraestructura, las instituciones, la economía política y la desigualdad. Temas que hemos difundido a través de nuestro informe insignia Desarrollo en las Américas (DIA), así como de otras series de informes y documentos publicados. Hemos creado el Departamento de Investigación del BID más sólido y especializado de la historia, en el que cada uno de nuestros economistas trabaja con el objetivo común de mejorar la vida de las personas en nuestra región. Nos hemos adentrado en nuevas disciplinas como la confianza y la economía del comportamiento, hemos abordado cuestiones como el género y la diversidad y la inclusión financiera, y hemos profundizado en las repercusiones sociales y económicas de la pandemia del COVID-19. Y en todas estas áreas hemos trabajado en estrecha colaboración con otros departamentos y divisiones para compartir ideas y conocimientos. No obstante, también sabemos que nos enfrentamos a una abrumadora serie de nuevos desafíos derivados, entre otros factores, de la llegada de la inteligencia artificial, el cambio climático, la delincuencia, la migración, la competencia y los cambios en los patrones comerciales. Hoy seguimos llenos de energía y ambición, y no tenemos la menor intención de bajar el ritmo.

Fieles a nuestro compromiso con la región, recientemente hicimos un balance de algunos de los temas críticos de alcance regional y mundial a los que nos enfrentamos. Balance que realizamos en el marco de una conferencia de dos días, que contó con un notable grupo de siete ponentes principales y treinta panelistas y moderadores procedentes de las más altas esferas del mundo académico, grupos de expertos, instituciones internacionales de crédito y organizaciones afines. Al examinar asuntos como la innovación, la productividad, la política fiscal, el cambio climático y el desarrollo humano, entre muchos otros, este grupo de expertos mundiales repasó temas en los que hemos venido trabajando durante mucho tiempo. Y más de 8.000 personas se conectaron por Internet para escuchar sus charlas y mesas redondas.

Y lo que es más importante aún, nuestros invitados aportaron nuevas ideas para la investigación en nuestro trabajo de apoyo a los países y ayuda para mejorar vidas. Por ejemplo, Philippe Aghion, nos habló sobre los desafíos que plantea impulsar el crecimiento de la productividad. Haciendo hincapié en la dinámica empresarial, Philippe exploró la necesidad de que los gobiernos equilibren la destrucción creativa y la innovación con regulaciones que impidan la aparición de monopolios. Carlos Végh examinó los distintos tipos de reglas fiscales y los desafíos institucionales y políticos que plantea la lucha contra la tendencia de las economías de mercado emergentes, como aquellas de América Latina y el Caribe, que consiste en gastar demasiado en tiempos de bonanza y recortar demasiado el gasto en tiempos de crisis (prociclicidad fiscal). Y Esteban Rossi-Hansberg ahondó en las numerosas incertidumbres que rodean al cambio climático, explorando las fricciones espaciales que entraña el desplazamiento de la actividad económica -bienes, personas, tecnología y capital- en respuesta al calentamiento global e insistiendo a la vez sobre la necesidad de utilizar modelos estructurales para evaluar el costo económico del cambio climático.

Hemos dedicado mucho trabajo en el Departamento de Investigación a los flujos de capital y a los peligros de las paradas súbitas, esas crisis en las que el financiamiento externo a los países prestatarios se agota repentinamente. Así pues, las ideas de Enrique Mendoza tanto sobre lo que pueden hacer los países en materia de gestión de flujos de capital y reservas para aumentar la estabilidad macroeconómica como sobre el papel de apoyo que pueden desempeñar las instituciones financieras internacionales, nos dieron mucho que pensar. Como también lo hicieron las ideas de Andrés Velasco sobre el fomento de la capacidad estatal y la garantía de que las políticas económicas cuenten con apoyo político. Por su parte, Paul Collier fue incisivo al explicar el destino de los lugares que quedan atrás y el papel crucial que juega un liderazgo local sólido para ayudar a que los lugares con dificultades logren salir adelante. Las ideas sobre desarrollo humano de Sule Alan fueron igualmente inspiradoras. Dado el extenso trabajo que hemos realizado en materia de cohesión social, confianza y educación en nuestra región, sus ideas sobre el uso de las escuelas para desarrollar mejores aptitudes emocionales y sociales, así como normas de comportamiento y cohesión social dieron totalmente en el clavo.

Nuestros antiguos economistas jefes Guillermo Calvo, Ricardo Hausmann, Santiago Levy, Eduardo Lora y José Juan Ruiz compartieron sus reflexiones sobre nuestros logros, así como posibles orientaciones para el futuro. Su larga relación con el Departamento de Investigación les ha permitido contextualizar y poner de relieve las tendencias que pueden orientar nuestro enfoque de la investigación, basada en evidencia, en los próximos años. Estamos enormemente agradecidos con todos nuestros ponentes, panelistas y moderadores por sus aportes mientras avanzamos en nuestra misión de ayudar a generar un desarrollo próspero, inclusivo y sostenible en América Latina y el Caribe. La nueva estrategia institucional del BID hace cada vez más hincapié en la investigación y el conocimiento y, gracias al talento y a la dedicación de nuestros investigadores, así como al apoyo constante de nuestros asociados y colaboradores, esperamos afrontar el reto con entusiasmo, energía y pasión.