07/19/2024 | Press release | Archived content
Las migraciones son los desplazamientos de personas de un lugar a otro. Existen distintos tipos de migraciones que se diferencian entre sí por sus causas, sus objetivos, o su duración, entre otras variables.Para comprender mejor las diferentes realidades migratorias en América Latina y el Caribe, presentamos algunas formas de clasificar y definir los distintos tipos de migraciones en la región.
Los tipos de migraciones se pueden clasificar según varios criterios, pero no son excluyentes entre sí, sino que un mismo desplazamiento puede combinar distintos tipos de migración. Para brindar un concepto de cada una, las presentamos en esta clasificación:
Esta clasificación depende de si los migrantes traspasan fronteras o no. En América Latina y el Caribe son cada vez más frecuentes ambos tipos de migraciones. Aquí las describimos brevemente:
La migración interna se refiere al movimiento de personas dentro del mismo país, por ejemplo, del campo a la ciudad o entre regiones. En América Latina, ha habido patrones significativos de migración interna, con muchas personas trasladándose desde zonas rurales a urbanas en busca de mejores oportunidades económicas y condiciones de vida. Este fenómeno ha llevado a un rápido crecimiento de las ciudades y la formación de extensas áreas metropolitanas. Comúnmente conocida como migración urbana, este reporte del BID presenta algunas claves para repensarla, alentando a los formuladores de políticas públicas a aprovecharlas.
La migración internacional es la que se realiza entre países, ya sea, de un continente a otro o entre países vecinos.
A lo largo de su historia y aún en la actualidad, muchos países latinoamericanos han experimentado flujos migratorios hacia otras partes del mundo, especialmente hacia América del Norte y Europa. Estados Unidos ha sido un destino importante para los migrantes latinoamericanos, especialmente de México y Centroamérica. La migración hacia Europa también ha sido notable, con destinos como España e Italia atrayendo a migrantes latinoamericanos en busca de oportunidades laborales y mejores condiciones de vida.
Los factores que impulsan la migración interna e internacional en la región son variados e incluyen la búsqueda de empleo, la huida de la violencia, la inestabilidad política, la falta de oportunidades económicas y, en algunos casos, desastres naturales. Un aspecto importante para tener en cuenta y que hoy influye en este tipo de migraciones son la globalización y la conectividad que facilita la movilidad de las personas. También el aumento de acuerdos económicos regionales o entre países facilitan y promueven la movilidad de personas, fundamentalmente con objetivos laborales.
Otra forma de clasificar las migraciones es según el período de tiempo en el cual la persona migrante permanece en su países o lugar de destino. Aquí se presentan algunas categorías comunes en función del tiempo:
Son desplazamientos de personas que tienen la intención de ser temporales. Los individuos se mudan a otro lugar por un período específico, como por trabajo estacional, estudios a corto plazo o proyectos específicos, con la intención de regresar a su lugar de origen después de completar su objetivo.
Existe otra forma de distinguir los distintos tipos de migraciones entre sí que tienen que ver con el destino final de la migración. Principalmente en la migración internacional, este tipo de desplazamiento se produce de un país a otro, pero sin que la persona permanezca en él. Esto es muy frecuente, por ejemplo, para llegar a otro destino más lejano o para trabajar por la temporada.
Si bien ambas migraciones son transitorias, son diferentes entre sí y se podrían clasificar en dos categorías:
Las migraciones circulares se refieren al movimiento de personas que se desplazan temporalmente a otro país o región por un período limitado y luego regresan a su lugar de origen. El tipo de migración circular o de retorno más frecuente es la migración laboral también entendida como movilidad laboral. Estas migraciones suelen caracterizarse por ser temporales y repetitivas, con los individuos involucrados regresando a su país de origen después de completar un ciclo laboral. Aquí hay algunos ejemplos y características de las migraciones circulares en la región:
Muchos trabajadores mexicanos suelen desplazarse a Estados Unidos y Canadá para participar en la recolección de cosechas. En este último país existe el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT), un convenio suscripto en 1974 entre ambos países para que este movimiento migratorio se pueda hacer en forma regulada y esté protegido con normativas laborales, de seguridad y sanitarias.
En países de América Central, como Guatemala, Honduras y El Salvador, muchos trabajadores agrícolas migran temporalmente a países como México o Estados Unidos para participar en distintas temporadas de cosecha. Después de completar el trabajo estacional, regresan a sus países. Este fenómeno es común en sectores agrícolas que experimentan picos de demanda de mano de obra durante ciertas épocas del año.
Algunos países del Caribe cubren su demanda de trabajo en algunos sectores con alta demanda con trabajadores migrantes de otros países de la región. Esto es muy frecuente en sectores como la construcción y la hotelería. Los trabajadores caribeños a menudo se desplazan a otras islas o incluso a países fuera de la región para emplearse temporalmente y luego regresan a casa.
Las migraciones circulares pueden ser beneficiosas tanto para los países de origen como para los de destino, ya que permiten cubrir la demanda estacional de mano de obra mientras proporcionan a los trabajadores oportunidades de empleo.
Sin embargo, también pueden presentar desafíos, como la separación familiar y la vulnerabilidad de los trabajadores migrantes a la explotación laboral. La regulación adecuada y la protección de los derechos laborales son importantes para garantizar que este tipo de migración sea segura y justa para todas las partes involucradas.
Estas migraciones implican un cambio más duradero en la residencia de las personas. Pueden ser motivadas por razones económicas, familiares, educativas o culturales, y las personas tienen la intención de establecerse de manera permanente en el lugar de destino.
La clasificación de las migraciones según el período de tiempo proporciona una perspectiva útil para comprender la dinámica temporal de estos movimientos y los diferentes factores que los impulsan en distintos momentos.
Una buena forma de distinguir este tipo de migraciones es de acuerdo con el domicilio o lugar de residencia formal de la persona. Muchas personas que migran temporariamente o por un plazo corto hacia otro país u otra región mantienen su domicilio o lugar de residencia formal en su logar de origen. Otras personas, cuando se establecen definitivamente en una nueva ciudad o país, acompañan esa decisión con la actualización de su información de residencia, lo que modifica cuestiones administrativas, migratorias o incluso impositivas o electorales.
Un tipo de migración que tiene cada vez un volumen mayor en América Latina y el Caribe es la migración de tránsito. Las migraciones de tránsito se refieren al movimiento de personas que atraviesan un país o región sin la intención de establecerse permanentemente sino con el objetivo de llegar a otro destino.
Este tipo de migración aplica también para personas que pueden permanecer por un tiempo en un país o región si se trata de algo temporal para continuar tránsito hacia el destino final. Estas migraciones son comunes en regiones geográficas que sirven como puntos de paso para aquellos que buscan llegar a destinos más lejanos o seguros.
Con frecuencia, las personas migrantes deben permanecer en un país o región durante días, semanas o meses antes de continuar su tránsito hacia el destino final. Esto es frecuente en el caso de personas que viajan sin dinero y deben esperar el apoyo de sus familias desde sus países de origen, o de personas que se encuentran en un país a la espera de una decisión administrativa, como una visa o una autorización de asilo, para ingresar a su destino final.
Es frecuente, que en casos en los que esta permanencia se prolonga en el tiempo, una estadía inicialmente prevista por un breve plazo se extienda en el tiempo y hasta se convierta en un destino final, por ejemplo bajo la figura del asilo.
La migración de tránsito presenta desafíos humanitarios y sociales, tanto para las personas migrantes como para los gobiernos de los países que se atraviesan. Uno de los más complejos y a la vez relevantes es la educación de las niñas y los niños que migran atravesando otros países. Durante ese período permanecen fuera del sistema educativo con un impacto tanto en su formación académica como también en su desarrollo socioemocional.
Para acompañar a las niñas y los niños migrantes con recursos educativos durante su tránsito migratorio, junto a Sesame Workshop, y con el apoyo de la fundación Bernard Van Leer, desarrollamos una estrategia de educación digital en base a los contenidos de Plaza Sésamo.
Algunos ejemplos en América Latina y el Caribe son:
México ha sido históricamente un país de tránsito importante para migrantes provenientes de América Central que buscan llegar a los Estados Unidos. Con el tiempo, y el aumento de los flujos migratorios, ciudadanos de todo el continente atraviesan el país de norte a sur para llegar a los Estados Unidos.
Este aumento en la cantidad de migrantes ha dado paso también a un aumento en las solicitudes de refugio que recibe. En los últimos tres años México se ha consolidado como un país de refugio con más de 100 mil solicitudes anuales. La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) recibió en 2023 141 mil solicitudes de refugio, su máximo histórico. La mayoría de las solicitudes corresponden a haitianos y hondureños, representando en conjunto entre 75% (2021), 42% (2022), y 66% (2023).
Algunos países de Centroamérica, como Guatemala y Honduras, son puntos de tránsito por personas que intentan llegar a México y, posteriormente, a los Estados Unidos.
Con el aumento de la migración por el Tapón del Darién, Panamá y Costa Rica se han convertido también en los últimos años en países de tránsito para migrantes de todo el mundo que buscan llegar desde América del Sur a América del Norte. Según datos
En este tipo existen dos formas contrapuestas de clasificar la migración que tienen que ver con la elección. En estos casos la migración puede ser causada por deseos y motivaciones personales, o por factores externos a cada migrante. A estos muchas veces se los define como factores de atracción y factores de expulsión.
Los factores de atracción son aquellas cuestiones, como el empleo o la seguridad, que hacen que un destino atraiga la migración de personas desde otros lugares. Los factores de expulsión tienen que ver con las causas que hacen que una persona decida dejar el lugar donde vive.
Las migraciones voluntarias en América Latina y el Caribe se refieren a los desplazamientos de personas que eligen mudarse a otro lugar por motivos personales, económicos, educativos o culturales, sin estar forzados por conflictos o persecuciones.
Aquí se presentan algunos ejemplos y motivaciones comunes para las migraciones voluntarias en la región:
Las migraciones forzadas se refieren a los movimientos de población que son el resultado de factores externos que obligan a las personas a abandonar sus lugares de origen. Estos factores, llamados factores de expulsión, pueden incluir conflictos armados, violencia, persecuciones, desastres naturales, crisis humanitarias y condiciones socioeconómicas precarias. Aquí se presentan algunos ejemplos y contextos de migraciones forzadas en la región:
Los conflictos armadosy la violencia han sido unas de las principales causas del desplazamiento de personas a lo largo de la historia y en todas partes del mundo. Con frecuencia son la causa de los desplazamientos más masivos y repentinos. La guerra en Ucrania, que ha generado el mayor desplazamiento humano de la actualidad, o la guerra en Siria, son ejemplos recientes de este tipo de causas.
Pero esta también ha sido el motivo del desplazamiento de personas en América Latina y el Caribe, con ejemplos recientes como el desplazamiento interno de personas a causa del conflicto armado en Colombia.
La crisis económica y política en Venezuela ha generado una migración forzada de millones de venezolanos que buscan mejores condiciones de vida en otros países de América Latina. En la región Colombia, Brasil, Ecuador y Perú son los principales destinos de las personas migrantes venezolanas.
Personas que enfrentan persecución política en sus países de origen pueden ser forzadas a huir. Esto ha ocurrido en diferentes momentos y lugares en la región, con individuos buscando asilo en países vecinos o más allá. Quienes migran por estos motivos suelen refugiarse o solicitar el estatus de asilado en sus países de destino.
Numerosos desastres naturales, como huracanes, terremotos e inundaciones, han originado a lo largo de los años desplazamientos masivos de población en América Latina y el Caribe. Por ejemplo, desde el terremoto de 2010 y las sucesivas catástrofes naturales cerca de 2 millones de personas abandonar sus hogares. Este tipo de migración forzada es la causa de una cantidad cada vez mayor de desplazamientos humanos.
La migración humana es un proceso que se ha dado a través de la historia por diversas causas. Muchas de ellas perduran en la actualidad y son las siguientes:
La búsqueda de mejores oportunidades económicas es una fuerza impulsora común a muchos tipos de migraciones. En América Latina la migración entre países a menudo se vincula a la esperanza de empleo y una mejora en el nivel de vida.
La inestabilidad política, la criminalidad, las guerras civiles y los conflictos armados son una de las motivaciones más frecuentes para la migración forzada.
Ciertos factores sociales, como la discriminación, y culturales, como las persecuciones por orientación sexual o por religión también pueden impulsar la migración de diferentes grupos de personas.
Estas causas pueden obligar a las personas a abandonar sus hogares en busca de seguridad. En el Caribe, por ejemplo, las catástrofes naturales como los huracanes y tormentas tropicales han causado desplazamientos significativos.
Se calcula que, en las próximas décadas, el cambio climático será una de las causas más significativas de las migraciones en América Latina y el Caribe.
Es una de las causas más frecuentes para tomar la decisión de migrar, ya que las personas buscan estar cerca de sus seres queridos y brindarles la posibilidad de un futuro mejor, aunque sea lejos de casa.
La falta de libertad política o la persecución es otra de las principales causas de la migración. Se da cuando un gobierno y sus acciones restringen el desarrollo y las libertades individuales.
Las migraciones tienen diversos impactos, tanto en el país de origen como en el de destino, algunos negativos y otros positivos que es importante conocer y sobre los que es posible actuar para mitigar o atender si son negativos o potenciar y aprovechar para un desarrollo sostenible e inclusivo si son positivos. A modo de resumen, encontramos:
El impacto de las migraciones es evidente y crea desafíos complejos para los gobiernos a la hora de implementar políticas migratorias, tanto en países emisores como receptores. En América Latina y el Caribe algunos de los desafíos clave incluyen:
Gestionar estos movimientos de manera humanitaria y efectiva representa un desafío para las políticas migratorias. Es necesario un trabajo conjunto de gobiernos y organizaciones para abordar de la mejor forma este tipo de desplazamientos. La mayoría de los países de América Latina y el Caribe han adherido al Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular que busca que la migración se realice, bajo el respeto de los derechos humanos, y en condiciones favorables tanto para las personas migrantes como para los países de origen y destino.
La falta de una coordinación efectiva entre los países de la región puede dificultar la implementación de políticas coherentes y la gestión adecuada de los flujos migratorios que se producen a nivel regional o continental. La migración a menudo involucra a varios países de tránsito y destino, lo que destaca la necesidad de una cooperación regional más sólida.
Los desafíos incluyen la prevención de la explotación laboral, el acceso a servicios básicos, la lucha contra la discriminación y la xenofobia y garantizar la protección y la libertad para que los migrantes, los refugiados y solicitantes de asilo accedan a sus derechos.
La integración efectiva de los migrantes en las sociedades de acogida es un desafío importante. Esto incluye facilitar la inserción laboral, la educación y el acceso a servicios de salud para garantizar que los migrantes contribuyan positivamente al desarrollo de sus nuevas comunidades.
Mantener la seguridad fronteriza y al mismo tiempo facilitar flujos migratorios ordenados y seguros representa un equilibrio delicado. La gestión eficiente de los controles fronterizos es un desafío constante para los países de la región.
En el BID apoyamos los esfuerzos de los países para transformar los retos de la migración en oportunidades para su desarrollo. Lo hacemos a través de recursos financieros, renovables y no renovables, cooperación técnica y la producción de conocimiento. Y lo hacemos desde un enfoque integral que involucra a gobiernos, organizaciones internacionales, sociedad civil y el sector privado.
Con las estrategias y los recursos adecuados, la migración puede ser una oportunidad para el desarrollo sustentable e inclusivo de toda la región, con especial impacto en los países de acogida y origen. Para ello es necesario el desarrollo de políticas migratorias que garanticen unamigración segura y ordenada en un marco de respeto por los derechos humanos, que deben seracompañadas por inversiones de corto y largo plazo para promover la integración socioeconómica de la población migrante. En América Latina y el Caribe esto presenta un reto especial, que es que la región se caracteriza por países que todavía enfrentan retos de desarrollo.
En este contexto, las migraciones pueden ser percibidas por la población local como una amenaza y dar pie al desarrollo de percepciones equivocadas. Esta nueva percepción social es el objeto de estudio en elLaboratorio de percepción ciudadana y migración, que brinda recursos y herramientas para trabajar sobre la percepción ciudadana hacia la migración además de apoyar a los gobiernos frente al aumento de la xenofobia.
En conclusión, a pesar de realidades complejas y de las inseguridades que conllevan los diferentes tipos de migración, estos desplazamientos siguen siendo una constante en América Latina y el Caribe.
Con los recursos y las estrategias adecuadas, la migración puede ser una enorme oportunidad para el desarrollo de los países de América Latina y el Caribe. En el BID trabajamos para apoyar a los países en sus esfuerzos por transformar sus desafíos en oportunidades.
¿Quieres saber cómo trabajamos? Visita nuestro blog Migración - La Maleta Abierta.