Pontificia Universidad Católica del Perú

10/01/2024 | News release | Distributed by Public on 10/01/2024 16:34

Ley 32108 sobre crimen organizado: 'El Congreso ha generado incentivos para que las organizaciones delictivas crezcan'

Coyuntura

Ley 32108 sobre crimen organizado: "El Congreso ha generado incentivos para que las organizaciones delictivas crezcan"

La controversia en torno a la Ley 32108 continúa creciendo, con llamados a su derogación desde diversos sectores, como el de los transportistas, que la señalan como una facilitadora de la extorsión y del crimen organizado. A pesar de las demandas, la Junta de Portavoces del Congreso ha rechazado debatir su derogación. El abogado constitucionalista y profesor de Derecho PUCP Heber Joel Campos explica cómo esta norma debilita la lucha contra la criminalidad.

  • Texto:

    Eduardo Dávila Lynch
  • Fotos:

    Andina
01.10.2024

La Ley 32108 de crimen organizado ha traído consecuencias. En Lima, la extorsión ha llegado a niveles alarmantes, afectando no solo a pequeños empresarios, sino también a empresas de transporte. El 26 de septiembre, se llevó a cabo un paro de transportistas que dejó a varios distritos sin este servicio.

Las bandas criminales han encontrado en la extorsión un mecanismo de control, exigiendo pagos a conductores bajo amenazas violentas y ya se han producido 9 asesinatos de conductores. Esta situación refleja una crisis de seguridad que, según muchos expertos, está fuera de control.

El profesor del Departamento de Derecho PUCP Heber Joel Campos señala cómo estas extorsiones no solo son síntomas de una crisis de seguridad, sino que también están facilitadas por normas recientemente aprobadas por el Congreso, como la Ley 32108, que según el especialista fomenta que el crimen organizado crezca.

La Ley 32108 cambia el concepto de organización criminal, limitando su aplicación a delitos con penas mayores a seis años. Así, quedan excluidos los delitos que tienen menos de 6 años de condena, como trata de personas, extorsión, tráfico de órganos, estafa agravada, tala ilegal, tortura, corrupción de funcionarios, entre otros.

La Ley 32108: facilitadora del crimen

La Ley 32108 ha sido criticada por debilitar la lucha contra el crimen organizado, ya que cambia la tipificación del delito de organización criminal, y establece que los allanamientos judiciales se hagan con la presencia del investigado y sus abogados, entre otras medidas. Según Campos, esta ley, lejos de mejorar la justicia, ha debilitado la capacidad del sistema legal para enfrentar a las organizaciones criminales. «El efecto es muy negativo. Esta medida alerta a los investigados sobre las acciones de la Fiscalía», afirma Campos, subrayando cómo la ley entorpece las investigaciones.

El Colegio de Abogados de Lima (CAL) también ha manifestado su descontento, señalando que este tipo de normativas permite a las bandas extorsionadoras operar con mayor libertad y sofisticación. Esto se debe a que la Ley 32108 cambia el concepto de organización criminal, limitando su aplicación a delitos con penas mayores a seis años. Así, quedan excluidos los delitos que tienen menos de 6 años de condena, como trata de personas, extorsión, tráfico de órganos, estafa agravada, tala ilegal, tortura, corrupción de funcionarios, entre otros.

Necesitamos articular el trabajo de todas las entidades que conforman el sistema de administración de justicia, mejorando los mecanismos de coordinación entre la Policía, la Fiscalía y el Poder Judicial".

Mag. Heber Joel Campos

Abogado constitucionalista y docente PUCP

Congreso y la crisis de inseguridad

Heber Joel Campos sostiene que la aprobación de leyes como la 32108 es solo un ejemplo de cómo el Congreso actúa de espaldas al interés público. Este tipo de legislaciones, asegura, es fruto de una desconexión total entre los políticos y la realidad que vive el país. Según Campos, la promulgación de normativas que dificultan la acción judicial solo beneficia a quienes buscan evadir la ley. «La Ley 32108 atenta contra el interés público y revela que este poder del Estado actúa de espaldas al país», comenta Campos.

Este tipo de normativas facilita el avance del crimen, ya que las organizaciones delictivas se aprovechan de la ineficacia legal para expandir sus operaciones. «El Congreso ha aprobado normas que han generado incentivos para que las organizaciones delictivas crezcan», afirma Campos, quien considera queel Congreso ha fallado en su responsabilidad de proteger a los ciudadanos, lo que ha generado un vacío de autoridad que el crimen organizado ha sabido llenar.

Reformas urgentes y un sistema judicial debilitado

Para el profesor de Derecho PUCP, la solución pasa por un replanteamiento total del sistema judicial y penitenciario del Perú. Las reformas deben ir más allá de simples ajustes legales y deben incluir una gestión eficiente de las instituciones responsables de la justicia en el país.

«Necesitamos articular el trabajo de todas las entidades que conforman el sistema de administración de justicia, mejorando los mecanismos de coordinación entre la Policía, la Fiscalía y el Poder Judicial», sostiene Campos. El especialista añade que así se podrá enfrentar al crimen de manera efectiva y reducir el impacto de la extorsión.

La falta de una respuesta eficaz por parte del Gobierno, que no ha observado estas leyes, y la desconfianza de la ciudadanía en sus instituciones han dejado un vacío de autoridad. Campos insiste en que es necesario derogar estas normativas, y emprender un proceso de reformas que permitan recuperar la institucionalidad y la seguridad en el país.