IDB - Inter-American Development Bank

10/02/2024 | Press release | Distributed by Public on 10/02/2024 05:43

El futuro del transporte marítimo en la región: estrategias para la descarbonización y adaptación al cambio climático


En 2021, la Hidrovía Paraguay-Paraná, que sirve al nodo exportador de graneles más grande del mundo, registró su nivel mínimo histórico (-0,75 m) desde 1904, con graves consecuencias para la navegación, requiriendo reducir la capacidad de carga de los buques en hasta 60%. La sequía ocasionada por El Niño, en 2023, derivó en que el Canal de Panamá, por donde circula el 6% del transporte marítimo mundial, redujera sus tránsitos diarios de 40 a 18 buques. Estas restricciones, en ambos casos, generaron mayores costos para el comercio exterior de la región, al reducir capacidad en las rutas marítimas e incrementar tiempos de viaje.

Estos hechos que hoy parecen aislados, en el contexto del cambio climático, se agravarán, afectando un modo que es la columna vertebral de la economía moderna.

En efecto, el transporte marítimo es clave para el movimiento del 80% del comercio internacional. A la vez, con aproximadamente el 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), este modo tiene un rol importante que cumplir en la lucha contra el cambio climático. Si el sector marítimo fuera un país, se posicionaría como el sexto mayor emisor mundial. Es por ello que los países signatarios de la Organización Marítima Internacional (OMI) se han comprometido a tomar medidas que conduzcan a la carbono-neutralidad del sector para 2050. Asimismo, cada vez son más los países que cuentan con estrategias para adaptar al sector a los impactos del cambio climático, mejorando la resiliencia de la infraestructura para enfrentar dichos desafíos.

Frente a estos avances, la atención en América Latina y el Caribe dedicada a la mitigación y resiliencia climática del transporte marítimo es aún incipiente, reflejándose en una escasez de estrategias y medidas específicas para descarbonizar y adaptar el sector marítimo al cambio climático. La magnitud de los cambios requeridos en el sector y los plazos fijados a nivel mundial instan, sin embargo, a adoptar acciones de manera urgente.

Cuatro áreas de acción para un transporte marítimo sostenible en ALC

Las buenas prácticas de países líderes en esta transición sugieren acciones en las siguientes áreas:

1. Actualizar la visión estratégica del sector para incluir a la descarbonización y la adaptación al cambio climático entre las prioridades de planificación sectorial.

2. Apalancar diferentes instrumentos de política que permitan establecer directrices e incentivos claros para el sector privado, agentes clave de la transformación sectorial.

3. Fortalecer las institucionespúblicas; que deben desarrollar e implementar tales instrumentos, así como también impulsar la colaboración interinstitucional para coordinar medidas con los sectores de energía, medioambiente, comercio e industria.

4. Establecer alianzas estratégicas con el sector privado, la academia y la sociedad civil para diseñar medidas en ámbitos como planificación urbana, formación profesional e investigación. A nivel regional, es vital coordinar acciones y armonizar normativas entre países para promover la descarbonización; asegurar el uso de nuevos combustibles y avanzar hacia posiciones compartidas en negociaciones internacionales, como las que se realizan en el contexto de la OMI.

Cinco instrumentos de política para promover la transformación

El sector público dispone de instrumentos que puede utilizar para dirigir al sector hacia el cumplimiento de metas de mitigación y adaptación al cambio climático:

1. Regulaciones; tales como nuevos estándares medioambientales para la construcción y mantenimiento de activos, reubicación de operaciones, uso de combustibles limpios y energías renovables en terminales, topes a las emisiones en zonas portuarias.

2. Procesos de adquisiciones públicas; que incorporan requerimientos de sistemas de gestión y monitoreo ambiental, mantenimiento según escenarios de adaptación climática, objetivos de desempeño energético y empleo de fuentes renovables de energía, entre otros.

3. Instrumentos de precios; tales como reducción de tasas por uso de combustibles limpios en buques y equipos portuarios, apoyos a proyectos de eficiencia energética y establecimiento de precios al carbono.

4. Incentivos no financieros;incluyendo prioridad de amarre o paso para buques más eficientes, pilotos de nuevas tecnologías y automatización de equipos.

5. Inversiones públicas en energías renovables; sistemas de monitoreo y alerta temprana de eventos climáticos, sistemas de comunidad portuaria para la optimización de operaciones y uso de energía; así como también la incorporación de criterios de resiliencia y mitigación en obras públicas.

Ahora bien, estas acciones no son suficientes por sí solas.

Para alcanzar los objetivos de descarbonización y adaptación al cambio climático en el sector, las políticas deben estar interconectadas; y formar parte de un enfoque donde la planificación integral adquiere una dimensión fundamental. (Figura 1)

Figura 1. Instrumentos de política para la descarbonización y adaptación climática del transporte marítimo*

*Listado de medidas no taxativas

La Estrategia Institucional del BID tiene como objetivo abordar el cambio climático; bajo lo cual apoyamos iniciativas en diferentes ámbitos del sector, incluyendo la transición energética en servicios marítimos y portuarios en el Cono Sur y el Caribe; y el impulso a servicios de energía portuaria y transporte marítimo de bajas emisiones en el Caribe. Los próximos años serán cruciales para direccionar al transporte en la senda de su transformación ¿Cómo lograr ese gran salto de política pública? Les invitamos a revisar la hoja de ruta sugerida para el sector; y explorar ejemplos de buenas prácticas en nuestra publicación insignia sobre transporte y cambio climático.