De la crisis a la colaboración: La repuesta rápida de Augusta al huracán Helene

Después de que el huracán Helene devastara Augusta, Georgia, dejando a miles sin electricidad, agua, servicio de Internet y necesidades básicas de uso diario, se creó una iniciativa comunitaria de asistencia para atender los daños. Lo que comenzó como una misión de un día para proporcionar asistencia inmediata a través de un sistema en persona y de autoservicio se convirtió rápidamente en un poderoso movimiento que involucró a docenas de organizaciones socias. El esfuerzo fue coordinado por Susan Everitt, directora ejecutiva de la Cruz Roja Americana en el este central de Georgia, junto a los miembros de la Junta Directiva del capítulo y un dedicado voluntario de la comunidad y la Fundación Comunitaria del Área Central del Río Savannah, evolucionó hasta convertirse en un poderoso movimiento que involucra a docenas de organizaciones asociadas.

En el corazón de esta respuesta se encontraban varias organizaciones sin fines de lucro, voluntarios de la comunidad, generosos donantes y el centro para la innovación comunitaria, un espacio de colaboración único en el centro de Augusta que se convirtió en el epicentro de las iniciativas de asistencia, funcionando como un lugar para recibir, organizar y distribuir donativos.

Un espacio para colaboración y esperanza

Diseñado como una institución comunitaria, creado de la visión de conectar las grandes instituciones y los vecindarios locales, el centro proporcionó un espacio seguro donde los voluntarios y los miembros de la comunidad de todas las edades, contextos socioeconómicos y etnias se sintieron bienvenidos.

Dado que muchas personas no podían acceder al HUB debido a problemas de transporte o al cierre de carreteras por árboles caídos, se establecieron relaciones con la Cruz Roja con el fin de transportar productos esenciales como alimentos, agua, leche de fórmula para bebés, pañales, productos de higiene, así como frutas y verduras frescas directamente a las personas que lo necesitaban.

La Cruz Roja está preparada para esto, pero de una manera que resulta inspiradora», comparte Britney Pooser, directora ejecutiva del HUB para la Innovación Comunitaria. «Susan Everitt no solo ha tomado la iniciativa y liderado este esfuerzo. Ella fue la primera en comunicarse para decir: "hola, también tenemos comidas calientes disponibles en el lugar en colaboración con el Ejército de Salvación". Así que ese primer viernes, pudimos comenzar a servir comidas calientes aquí en el HUB».

El enfoque innovador del HUB también se extendió a la provisión de paquetes personalizados de alimentos nutritivos para madres embarazadas y en período de posparto, así como a la inscripción de familias en el programa SNAP a través de Food is Medicine de la Universidad de Augusta. Además, se dispuso de un centro de lavado móvil a través del Ejército de Salvación, que ayudó a restaurar la dignidad de quienes carecían de servicios de agua al ofrecerles duchas y servicios de lavandería gratuitos. En una poderosa muestra de cuidado comunitario, los organizadores ayudaron a coordinar el alojamiento temporal para las familias desplazadas, mientras que profesionales médicos voluntarios ofrecían servicios de salud críticos en el lugar.

Los esfuerzos de colaboración de múltiples organizaciones han proporcionado apoyo específico en situaciones críticas: ayudando a un educador que lo perdió todo dos meses después de alquilar su primera vivienda; conectando a un padre sin hogar y a sus dos hijos con un refugio inmediato y soluciones de vivienda a largo plazo; y asistiendo a los padres de crianza de niños con necesidades especiales, incluido un bebé dependiente de una sonda de alimentación, cuando las agencias de apoyo no estaban disponibles.

Disponer de recursos en el lugar para ayudar a las personas a acceder a los recursos que necesitan es fundamental para que puedan regresar a una cierta sensación de normalidad», afirma Pooser. «Se debe construir una comunidad antes de que se produzca el desastre. Hay que caminar junto al prójimo, conocer al prójimo. Hay que conocer a las organizaciones vecinas para operar eficazmente en modo de crisis».

Un verdadero esfuerzo comunitario

Al convertir un momento de crisis en un testimonio de la compasión y la resiliencia humanas, el esfuerzo de asistencia trascendió las barreras de edad y de nivel socioeconómico, uniendo a personas de diversos ámbitos de la vida.

Uno de los aspectos más extraordinarios es que todas las personas aquí se han visto afectadas personalmente, y aun así siguen ofreciendo su tiempo como voluntarias», afirma Christy Beckham, organizadora de voluntarios. «Tenemos jóvenes, médicos, abogados, multimillonarios y personas que han recibido atención, trabajando codo a codo. Por ejemplo, un habitante de este vecindario, después de recibir una comida gratuita, se quedó a hacer trabajo voluntario durante horas y ayudó a descargar camiones. La gente quiere estar aquí porque siente que está haciendo una verdadera diferencia, y así es».

Liderazgo juvenil en acción

Los adolescentes que participan en Youth Leadership of Augusta y en el Boys and Girls Club of Greater Augusta Teen Club se arremangaron para ofrecer su tiempo como voluntarios y ayudar a quienes fueron directamente afectados por el huracán Helene en el HUB. Desde el empaquetado de bolsas de comida, la carga y descarga de donativos, hasta la dirección de largas colas de tráfico para la distribución en automóvil, estas organizaciones movilizaron rápidamente a sus jóvenes para que participaran en los esfuerzos de asistencia, demostrando el poder del compromiso juvenil en el servicio comunitario.

Este esfuerzo de asistencia ante desastres ha sido una experiencia impactante para nuestros y nuestras adolescentes», subraya Jessica Pope, directora de adolescentes del Boys and Girls Club de Greater Augusta. «Es raro que los jóvenes se comprometan en un servicio comunitario tan importante». Nuestro club de adolescentes suele centrarse en la preparación para la universidad, la preparación profesional y habilidades que no se enseñan frecuentemente en las escuelas. Sin embargo, este esfuerzo les enseñó a servir con compasión, reconociendo que, aunque puedan tener necesidades básicas, otros no las tienen.

Youth Leadership of Augusta, compuesto por estudiantes de penúltimo año de secundaria que viven o asisten a la escuela secundaria en el condado de Richmond, pudo aplicar muchas de las habilidades de liderazgo que han adquirido a través de proyectos de servicio y al abordar las necesidades de la comunidad mediante la programación.

Nuestro objetivo es formar al próximo grupo de líderes de Augusta, mostrándoles y exponiéndoles a cosas que quizás no vean en su currículo cotidiano», dice Taneja Carfiello, asesora de Youth Leadership of Augusta. «Es un gran momento para poner las habilidades que se están desarrollando con los niños al servicio de la comunidad. Están entusiasmados por contribuir y comprender cómo las personas se han visto afectadas por lo sucedido».

Un modelo para el compromiso comunitario

El éxito de este esfuerzo de asistencia ofrece un modelo poderoso para la participación comunitaria y la respuesta ante desastres. Demuestra el impacto de las organizaciones comunitarias al combinar sus recursos para satisfacer de manera rápida y eficaz las necesidades inmediatas de sus comunidades.

La respuesta ha sido asombrosa», reflexiona Susan Everitt, directora ejecutiva de la sección centro-este de Georgia de la Cruz Roja Americana. «El primer día se atendieron 1 500 automóviles. Desde entonces, ha sido como presenciar un milagro cada día. Nos han llegado camiones repletos de alimentos y pañales, han acudido voluntarias y voluntarios en masa, y las empresas locales han dado un paso adelante de maneras que nunca hubiéramos imaginado. Esta respuesta no se trató únicamente de la Cruz Roja; fue un verdadero esfuerzo de toda la comunidad, lo cual es lo hermoso de todo esto».

Aprovechando el impulso de sus exitosos esfuerzos de respuesta, Pooser y Everitt están ahora colaborando en la coordinación de los servicios de resiliencia comunitaria a largo plazo en el HUB, transformándolo de un sitio de distribución de emergencia a un sitio de asistencia individual.

La próxima oleada de necesidades se presentará en forma de asistencia financiera», afirma Pooser. «Tendremos que encontrar la manera de cubrir financieramente la brecha para las familias que ya estaban en dificultades. Así que el HUB se va a convertir en un Centro de Recursos de la FEMA y en un centro de información».

Lo que comenzó como un esfuerzo de asistencia inmediata de un día ha dado origen a un poderoso movimiento, redefiniendo el cuidado comunitario en Augusta y más allá. Mientras las cuadrillas de servicios públicos continúan restableciendo el suministro eléctrico a hogares y empresas, es este movimiento el que iluminará el camino de Augusta hacia el futuro.

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