Grupo S&D: “Necesitamos medidas globales para proteger nuestras democracias frente al poder de las grandes empresas tecnológicas”

Es un hecho: las plataformas de redes sociales están afectando cada vez más al bienestar tanto de nuestras democracias como de nuestra ciudadanía. La difusión de desinformación es un problema crucial del que no se libra ni una sola democracia en todo el mundo. A principios de este año, la Comisión detectó 50.000 cuentas falsas y bots en X (el antiguo Twitter) que fomentaban narrativas de desinformación contra el Gobierno alemán.

El reciente escándalo en torno a Elon Musk y Brasil pone de manifiesto hasta qué punto las grandes empresas tecnológicas intentan actuar con impunidad ante la ley. Además, el creciente uso de las redes sociales por parte de la juventud está teniendo repercusiones en forma de trastornos del sueño, ansiedad, depresión y problemas de autoestima.

Durante el debate plenario "Medidas globales para las plataformas de redes sociales: refuerzo del papel del Reglamento de Servicios Digitales y protección de la democracia y la libertad en el ámbito digital", los Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo respaldarán el llamamiento de la ONU en favor de la aplicación de normas mundiales destinadas a garantizar que las plataformas de redes sociales no sean grandes aparatos que se beneficien a costa de nuestras democracias.

Alex Saliba, vicepresidente del Grupo S&D responsable de comunicación, campañas y Europa digital, ha declarado:

"Las redes sociales son una poderosa herramienta. La reciente oleada de disturbios en el Reino Unido a raíz de la difusión de desinformación en línea, así como la decisión de Elon Musk de no acatar las órdenes judiciales brasileñas que condujeron al bloqueo parcial de X en el país, son otros ejemplos de la cada vez mayor impunidad con la que se comportan los gigantes tecnológicos ante los Gobiernos y los tribunales. Las empresas de redes sociales deben asumir más responsabilidades por su papel en la difusión de desinformación. El Reglamento de Servicios Digitales representa la primera piedra de la UE para protegernos de la difusión de desinformación y preservar nuestras democracias frente a estas injerencias. Pero no podemos hacerlo solos. Por ello, pedimos a la UE que siga avanzando en la línea del Reglamento de Servicios Digitales y responda a la petición del Secretario General de la ONU de establecer medidas globales para proteger a las democracias del mundo frente al 'salvaje oeste cibernético' en el que se han convertido las plataformas de redes sociales".

Christel Schaldemose, vicepresidenta del PE, eurodiputada del Grupo S&D y antigua ponente del PE de la Ley de Servicios Digitales, ha añadido:

"En 2022, bajo el liderazgo de los Socialistas y Demócratas, la UE adoptó el Reglamento más ambicioso sobre las plataformas en línea destinado a proteger a los consumidores y los usuarios: la Ley de Servicios Digitales. Con este nuevo Reglamento, nos hemos asegurado de que lo que es ilegal fuera de línea también lo sea en línea. Todavía nos encontramos en las fases iniciales de la aplicación del Reglamento. Sin embargo, seguiremos trabajando con la Comisión para garantizar que la Ley de Servicios Digitales siga siendo la principal herramienta para evaluar los efectos negativos de las plataformas de redes sociales en la democracia y la protección de la salud mental, entre otros aspectos. Habida cuenta del interés geopolítico de la UE en la defensa de los sistemas democráticos en todo el mundo, estamos ante un momento crucial para reflexionar sobre la manera en que las disposiciones de la Ley de Servicios Digitales podrían ayudar a definir normas globales para las plataformas de redes sociales".

Por su parte, Laura Ballarín, eurodiputada del Grupo S&D y coordinadora en la comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, ha afirmado:

"La Ley de Servicios Digitales se ha convertido en una vacuna europea esencial para luchar contra los dos efectos más graves de las redes sociales. Uno es el impacto en la salud mental de nuestra juventud, especialmente en la de las jóvenes, provocado por la presencia de contenidos nocivos en línea. Y el segundo es la repercusión en nuestras democracias y nuestra libertad dado que estamos sufriendo una pandemia de desinformación y no debemos olvidar nunca que no puede existir libertad en la desinformación y las noticias falsas. Europa está liderando al mundo para proteger a la ciudadanía en el entorno digital, pero necesitamos que todos los demás también se suban al carro. Hemos de trabajar estrechamente con nuestros aliados para desarrollar normas internacionales que acaben con la ley de la jungla que está imperando en Internet".