DAGRD realizó segunda sesión del Consejo Distrital de ...

• En 2024 se han atendido 1470 emergencias generadas por lluvias en la ciudad.
• El equipo técnico ha realizado 2361 inspecciones por riesgo.

Desde el Distrito de Medellín, a través del DAGRD, se realizó el segundo Consejo Distrital de Gestión del Riesgo de Desastres, en la cual se realizó verificación y seguimiento a los retos y avances alcanzados como Distrito en la gestión del riesgo, especialmente en el contexto de la actual temporada de lluvias, que ha puesto a prueba capacidades operativas y de respuesta.

De acuerdo a los pronósticos del SIATA, la segunda temporada de lluvias se extenderá hasta el mes de diciembre, con algunos eventos recurrentes, como fuertes precipitaciones en cortos períodos de tiempo, lo que ha llevado a lo largo de estas últimas semanas, a activar nuestros protocolos de respuesta ante emergencias, garantizando la intervención oportuna de nuestras unidades operativas.

Estos eventos destacan la importancia de mantener actualizada la estrategia de respuesta a emergencias y articular de manera efectiva los esfuerzos de cada una de las dependencias y las entidades existentes en el Distrito. Adicional el SIATA alertó la probabilidad de tiempo seco en el primer trimestre de 2025, para lo cual la preparación es clave para enfrentar los posibles eventos de episodio climático.

En 2024 el equipo técnico DAGRD ha realizado un total de 2361 visitas de inspección por riesgo en la ciudad en las que se han generado 206 recomendaciones de evacuación definitivas |y 286 temporales.
Las comunas con mayor afectación por lluvias han sido: 1 Popular, 3 Manrique, 7 Robledo, 8 Villa Hermosa y 13 San Javier.

Los incidentes más atendidos han sido 1107 desplomes de árboles, 239 deslizamientos y 124 inundaciones. Se destacan la cobertura en atención de los casos recientes en Santa Cruz y el barrio Carambolas.

En este Consejo se destacó la preparación con el fortalecimiento de los Sistemas de Alerta Temprana Comunitaria (SAT), con la implementación de infraestructura en puntos críticos como Santa Elena, Malpaso, La Iguaná, San Francisca, La Picacha y Doña María, así como la construcción de obras de mitigación, y la implementación de la estrategia de apropiación social del riesgo. Estos avances propenden a mejorar la capacidad de respuesta y anticipación, protegiendo a las comunidades más vulnerables y salvaguardando vidas.