Inteligencia Artificial para una mayor inclusión

Raúl García Hémonnet/Redacción

El vicerrector de Investigación, Innovación y Transferencia, Fernando García Muiña y el presidente de la Asociación de Sordos de Madrid, José Gallardo Oliva, han firmado este miércoles un acuerdo de colaboración para que ambas instituciones trabajen juntas en el proyecto 'Detección y decodificación del lenguaje labiofacial basada en sensores alta sensibilidad e inteligencia artificial (SENLAB-IA)'.

Este proyecto se está desarrollando ya en la URJC, financiado en el marco de la VII Convocatoria de Ayudas a Proyectos de Investigación de Tecnologías Accesibles promovida por INDRA-MINSAIT y la FUNDACIÓN UNIVERSIA, con el objeto de impulsar la realización de proyectos de innovación y desarrollo de tecnologías accesibles.

La URJC considera que la ASM cumple con las características definidas en las bases de la convocatoria, y posee la experiencia, medios y acceso a potenciales usuarios de la tecnología que se desarrolla en el proyecto, lo que facilitaría su vinculación al mismo en las fases definición y validación.

La Universidad Rey Juan Carlos se compromete y obliga a informar a la ASM de los avances alcanzados en el marco del proyecto de investigación consistente en la investigación y el desarrollo de una máscara de sensores y algoritmos de traducción de movimiento labiofacial a lengua.

Por su parte, la ASM se compromete a colaborar en las tareas del proyecto en las que se proceda a la definición y validación de la tecnología objeto de investigación y desarrollo.

En concreto, la asociación colaborará en las siguientes tareas del proyecto: 'Ensayos de sensorización de movimientos labiales y faciales', por medio del asesoramiento a grupo de la URJC respecto a la localización óptima de los sensores; 'Detección y tratamiento de las señales generadas en el sensor por los movimientos labiales y su asociación a vocales, fonemas, palabras y frases emitidos por varios individuos', facilitando la participación de usuarios finales de la tecnología desarrollada y, finalmente la 'Validación del prototipo por usuarios', articulando la participación de personas en las pruebas de concepto y la validación del prototipo.

El convenio tiene una vigencia de un año a contar desde la fecha de la firma del mismo, y podrá ser prorrogado por acuerdo expreso de las partes por un periodo de hasta cuatro años adicionales.