06/05/2023 | Press release | Distributed by Public on 06/05/2023 15:32
La Alta Comisionada Auxiliar de ACNUR, Gillian Triggs (al centro), se reúne con mujeres desplazadas internas en el asentamiento de desplazamiento interno de Luchagara, en la República Democrática del Congo.
GINEBRA - La situación humanitaria en las provincias orientales de la República Democrática del Congo (RDC) ha alcanzado niveles devastadores, ya que la violencia cíclica perpetrada por grupos armados y los consiguientes desplazamientos siguen afectando a millones de personas vulnerables. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, expresa su profunda preocupación por las terribles condiciones de vida y las violaciones de los derechos humanos, incluida la violencia de género, a las que se enfrentan más de 6,2 millones de personas desplazadas internas.
Para comprender la magnitud de la crisis y explorar oportunidades para mejorar la asistencia vital a las poblaciones desplazadas en el este de la RDC, la Alta Comisionada Auxiliar de Protección de ACNUR, Gillian Triggs, y el Alto Comisionado Auxiliar para las Operaciones, Raouf Mazou, visitaron el país esta semana. Durante su visita, fueron testigos de los abrumadores retos a los que se enfrentan las comunidades afectadas.
En Beni, en la provincia de Kivu del Norte, la delegación se reunió con personas que habían regresado recientemente y que habían recibido asistencia de alojamiento por parte de ACNUR y sus socios. Aunque la asistencia ha supuesto cierto alivio, es evidente que las necesidades básicas siguen sin cubrirse, lo que plantea importantes retos para la población retornada. Las mujeres de la comunidad destacaron los desafíos a los que se enfrentan para proporcionar alimentos a sus familias. La continua presencia de grupos armados en la región ha restringido el acceso a los campos fértiles, impidiendo el cultivo y dificultando su capacidad para mantenerse.
"En ausencia de paz, los riesgos agravados a los que se enfrentan las personas desplazadas seguirán multiplicándose, llevando a las familias a una mayor desesperación", señaló Triggs. "Debemos seguir defendiendo los derechos de las mujeres y las niñas que sufren esta terrible situación, en particular la violencia y los abusos sexuales".
En Goma y sus alrededores, capital de la provincia de Kivu Norte, más de 600.000 personas desplazadas se alojan en estructuras improvisadas que no están preparadas para soportar las condiciones climáticas extremas. Los dos Altos Comisionados Auxiliares participaron en una distribución de mantas, lonas y otros artículos en un asentamiento improvisado para desplazados en Luchagara, a solo 13 kilómetros de Goma, destacando el compromiso de ACNUR con las comunidades.
"Seguimos comprometidos en brindar asistencia vital y coordinar todos los servicios humanitarios clave, incluida la prestación de atención psicosocial y la provisión de alojamiento de emergencia", comentó Mazou. "Sin embargo, la escala masiva de desplazamientos, incluyendo 1,2 millones de personas que han huido del conflicto en Kivu del Norte desde marzo de 2022, es un gran desafío que requiere urgentemente más apoyo de la comunidad internacional".
Las mujeres, las niñas y los niños suelen ser los más afectados por las crisis de desplazamiento a gran escala. La delegación escuchó de primera mano los relatos de las familias sobre el devastador impacto de la crisis en la educación de la niñez, con un año entero de escolaridad perdido debido al desplazamiento. ACNUR y sus socios humanitarios están profundamente alarmados por el aumento de la violencia de género contra las mujeres y las niñas en los hacinados asentamientos de desplazados. Es muy preocupante la tendencia al aumento de las relaciones sexuales transaccionales debido a la inseguridad alimentaria a la que se enfrentan los hogares desplazados.
Mientras la inseguridad persiste y los enfrentamientos violentos siguen asolando la región, las oportunidades para que las personas desplazadas regresen a sus hogares y medios de vida en condiciones de seguridad y dignidad siguen siendo limitadas. Se necesitan urgentemente recursos adicionales para seguir apoyando a las familias desplazadas en la RDC. Hasta la fecha, ACNUR solo ha recibido el 29 por ciento de los 233 millones de dólares (USD) necesarios para cubrir las necesidades de las personas desplazadas en el país.
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