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10/30/2024 | Press release | Distributed by Public on 10/30/2024 09:24

Gestión digital del arbolado urbano: un proyecto piloto para ciudades más verdes


La ciudad argentina de Tandil testea una herramienta innovadora

Introducción

¿Sabías que los árboles urbanos tienen múltiples beneficios? No sólo nos facilitan los días calurosos en la ciudad gracias a la sombra que proporcionan, sino que también limpian y refrescan el aire. Además, crean zonas de recreo, favorecen la salud física y mental y reducen el riesgo de desastres medioambientales. Por lo tanto, aportan beneficios climáticos, sociales y económicos, contribuyendo significativamente a la calidad de vida en nuestras ciudades.

Fuente: Visualización propia, elementos generados por inteligencia artificial.

En este artículo explicamos por qué la gestión activa de los árboles representa un beneficio significativo para las zonas urbanas y presentamos un proyecto piloto innovador en la ciudad argentina de Tandil.

Si te interesa saber más sobre los seis mayores beneficios que traen los árboles urbanos, te invitamos a leer este artículo que publicamos en conmemoración del Día Mundial del Árbol. Además, te recomendamos consultar nuestro artículo más reciente, que profundiza en los beneficios del arbolado urbano y su gestión adecuada.

¿Por qué la gestión del arbolado es importante?

Los árboles urbanos son más importantes que nunca en tiempos del cambio climático. Por eso es esencial fomentar su cuidado y conservación para que nuestras ciudades sean más sostenibles, habitables y resilientes. A pesar de los muchos efectos positivos, la superficie urbana arbolada está disminuyendo globalmente. Según un estudio científico publicado en Urban Forestry & Urban Greening, entre 2012 y 2017, se perdió anualmente una superficie de 40,000 hectáreas/100,000 acres (o aproximadamente 40,000 canchas de futbol) de arbolado dentro de zonas urbanas. Esta pérdida subraya la necesidad de monitorear las poblaciones arbóreas, sobre todo en las zonas urbanas, para entender la situación actual y poder reaccionar en consecuencia.

Dos preguntas claves que deben ser atendidas a través de la gestión de arbolado:

1. ¿Dónde estamos en este momento? Conocer el statu quo constituye la base para cualquier acción presente y futura. Un buen inventario de arbolado, actualizado y con el mantenimiento adecuado, facilita la toma de decisiones basadas en evidencia, y permite observar evoluciones y tendencias, y extraer conclusiones informadas.

2. ¿Hacia dónde queremos ir? Una vez aclarada la situación actual, es posible mirar al futuro y definir mejor las visiones, identificar el potencial de sus servicios ambientales y planificar los pasos necesarios. Se trata de tomar decisiones estratégicas que orienten a la población arbórea en la dirección deseada y la ajusten a tiempo según las necesidades. El monitoreo del arbolado a lo largo del tiempo permite evaluar el impacto y retroalimentar constantemente las decisiones tomadas, informando para una gestión adaptativa del arbolado urbano.

Un punto de partida posible es el desarrollo de un sistema de gestión digital del arbolado urbano, que incluya un catastro geo-referenciado de los árboles con toda la información asociada. Esto permite mantener actualizado el statu quo y es, por tanto, una herramienta importante para la planificación y monitoreo de espacios verdes. Además, puede reforzar el aprecio de los ciudadanos por los espacios verdes urbanos, al hacerlos más visibles y proporcionarles mayor atención.

Afortunadamente, cada vez se presta más atención a la urgencia del problema. El año pasado, por ejemplo, un seminario web organizado por el Banco Mundial abordó diferentes buenas prácticas de gestión de arbolado y concluyó en un reporte, en el cual explora como planear y optimizar los espacios verdes para obtener los máximos beneficios. También las Naciones Unidas están trabajando sobre un plan regional de oportunidades para la silvicultura urbana.

Proyecto piloto en Tandil

Vista de la ciudad de Tandil, Argentina. Fuente: Adobe Stock.

Tandil, una ciudad de tamaño mediano (aproximadamente 120.000 habitantes) situada en el centro-este de la provincia de Buenos Aires, Argentina, está desempeñando un papel pionero en el ámbito de la gestión de los árboles. En el marco de un proyecto piloto financiado por el BID y bajo la coordinación del Laboratorio de Ciudades, se enfrenta a un reto al que cada vez se enfrentan más ciudades: la calidad del medio ambiente está disminuyendo y, al mismo tiempo, las islas de calor son cada vez más estresantes para los residentes. Tras un intercambio internacional de experiencias con urbanistas de Graz y Viena (Austria), la ciudad decidió desarrollar un piloto de una herramienta innovadora que les permita aprovechar mejor su potencial verde y mejorar la calidad de vida a largo plazo. Se trata de un sistema digital de gestión de árboles urbanos.

El objetivo del piloto era crear un inventario de árboles e integrarlo después en una plataforma que facilitara al máximo la gestión para la administración municipal, empezando por un área piloto. Para ello, era necesario registrar el estado actual de los árboles dentro del área de estudio, facilitar la actualización de la base de datos y cuantificar y visualizar el beneficio medioambiental del arbolado.

La implementación se llevó a cabo en dos fases. En la primera, se creó la base de datos digital con ayuda de drones e inteligencia artificial. Esta base incluye la localización exacta y la altura de los árboles ubicados en vías de la ciudad, obtenida de manera automatizada. Además, se enriqueció con información de las especies, heridas visibles e interferencias, recopilada a partir de un relevamiento manual realizado por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN).

Visualización ejemplar de la detección de árboles por el algoritmo aplicado. Fuente: Open Street Map, adaptación propia.

En la segunda fase, el mapa se integró en una interfaz digital. Esta plataforma permite tanto visualizar la base de datos como realizar diversos análisis de forma muy sencilla. El siguiente paso será combinar las características y georreferencias de los árboles urbanos con los reclamos de ciudadanos en una única herramienta.

Interfaz interactivo de gestión digital de árboles creado durante el piloto
Fuente: Municipalidad de Tandil.

¿Y qué pasa en adelante? La metodología se ha diseñado desde el principio en código abierto, de forma que pueda aplicarse fácilmente a gran escala y replicarse también en otras ciudades. Tras el éxito de la aplicación en una zona seleccionada, el siguiente paso será relevar la población arbórea de las zonas restantes.

Sin embargo, Tandil no será la única ciudad que se beneficie de la herramienta desarrollada. Paramaribo, la capital de Surinam con aproximadamente 240.000 habitantes, está a punto de seguir el ejemplo. El objetivo es ayudar a más ciudades a reconocer su potencial ecológico y dar un paso hacia un desarrollo urbano más sostenible. Por lo tanto, invitamos a otras ciudades de la región a replicar esta iniciativa y aprovechar las ventajas de una gestión eficiente del arbolado urbano.